San Francisco.

Los festejos en las calles de San Francisco tras el triunfo de los Gigantes en la Serie Mundial se tornaron violentos, con dos personas heridas por arma de fuego y otras dos apuñaladas.

Poco después de que comenzaron las celebraciones, el vocero de la policía, Gordon Shyy, dijo que hubo varios arrestos mientras los aficionados llenaban las calles y bloqueaban el tránsito alrededor del Centro Cívico en el Distrito Mission y la calle Market, a unas pocas cuadras del AT&T Park.

Se lanzaron botellas a los uniformados que intentaban dispersar las multitudes y ayudar a los bomberos a apagar pequeñas fogatas. Varios oficiales sufrieron heridas leves, pero no se confirmó un número exacto, señaló Shyy, quien informó que uno de ellos fue tratado en el hospital.

Al principio, los festejos se realizaron de forma pacífica la noche del miércoles, con los aficionados reuniéndose en las calles y descorchando champaña, bailando y abrazando a desconocidos luego de que Gigantes conquistó la Serie Mundial, tras ganar 3-2 a Kansas City en el decisivo séptimo encuentro.

Pero en algunas áreas el ambiente se tornó peligroso en la madrugada. Los aficionados se subieron a los autobuses y quebraron los vidrios de un auto policiaco.

La violencia dejó cuatro personas heridas en incidentes separados, pero no se sabía si los tiroteos y apuñalamientos estaban ligados a los desmanes del partido de beisbol, informó la policía.

Las autoridades señalaron que un hombre de 54 años y una mujer de 19 fueron apuñalados en incidentes separados en el distrito Mission de la ciudad, entres las últimas horas del miércoles y las primeras del jueves. Asimismo, una persona de 19 años sufrió una herida de bala en ese mismo vecindario y otra persona llegó a un hospital con un balazo que no ponía en peligro su vida.

El diario San Francisco Chronicle reportó que la zona entre las calles Third y King fue especialmente violenta con miles de aficionados arrojándose cerveza, rompiendo botellas, provocando pequeños incendios y lanzando fuegos artificiales. La policía equipada para motines formó hileras y los rijosos comenzaron a lanzarles botellas.

Las violentas escenas duraron hasta las primeras horas de ayer.

La multitud cantó Vamos, Gigantes y aplaudió al jugador más valioso, Madison Bumgarner. Es una bestia, el mejor, gritó Aden Bacus, de 41 años, luego de que el pítcher aseguró el último out ante una potencial carrera de empate en la tercera base.

En medio de los disturbios, el alcalde Ed Lee señaló que la ciudad ofrecerá este viernes un desfile de celebración a los campeones.