Funcionarios acusan que se aplicaron mal los protocolos
Viernes 31 de octubre de 2014, p. 8
La búsqueda de restos humanos en el basurero y el río de la zona de Cocula, Guerrero, ha impedido que tanto los peritos mexicanos como los argentinos continúen con la identificación de los primeros 28 cadáveres exhumados de fosas clandestinas encontradas en Iguala tras la desaparición de 43 normalistas.
Funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) revelaron que los peritos oficiales han enfrentado problemas para trabajar con los primeros restos localizados, debido al mal manejo y la falta de aplicación de protocolos por parte de las autoridades de Guerrero.
Mencionaron que los trabajos relacionados con los restos de 28 seres humanos localizados en cuatro fosas clandestinas ya fueron trasladados a la ciudad de México para que peritos de la PGR se hagan cargo de la identificación.
Sin embargo, permanecieron casi un mes en Chilpancingo, adonde los trasladó personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero, sin que se tomaran medidas para preservar el lugar de las excavaciones y no se evitó la contaminación del lugar por personas ajenas a las indagatorias, apuntaron.
Señalaron que para la toma de muestras genéticas, aún no existe claridad en cuanto a los protocolos que se siguieron, pues fueron supuestamente examinados, pero sin ser exhumados. Incluso, apuntaron, las fosas permanecieron abiertas un día y los restos estuvieron expuestos durante horas.
Los mandos de la PGR recibieron los peritajes realizados por los funcionarios de Guerrero sin considerar el cumplimiento de protocolos, pues confiaron en el trabajo de los peritos locales, pero una vez que los especialistas federales tuvieron que trabajar con las muestras para obtener ADN encontraron fallas en las actuaciones de sus pares.
Por esa razón, los peritos federales tuvieron que realizar nuevas tomas y los especialistas argentinos decidieron regresar a directamente a las fosas iniciales para trabajar con base en sus protocolos, por lo que los resultados se han ido retrasando.
Una muestra de lo mal que se trabajaron las primeras fosas, indicaron, es que los peritos guerrerenses reportaron el hallazgo de restos de 28 personas en cuatro de las cinco fosas –una estaba vacía–, pero durante la revisión de los forenses argentinos se localizaron dos cuerpos más.