La ola de reformas puede elevar apenas a 3.5-4% el potencial de incremento del PIB
sujeto a riesgos significativos, dice FMI
Pidió a la administración federal apego estricto
al plan de reducción del déficit público
En su evaluación el Fondo destaca la desaceleración del crédito de la banca comercial
Jueves 13 de noviembre de 2014, p. 23
La perspectiva de crecimiento de la economía mexicana a corto plazo permanece sujeta a riesgos significativos
, aseguró este miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI). Calculó que la ola de reformas
emprendida por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto puede elevar en tres cuartos de punto, a un rango de entre 3.5 y 4 por ciento, el potencial de incremento del producto interno bruto (PIB). Pero al mismo tiempo, la efectividad con que sean llevadas al terreno de la práctica esas reformas es el principal riesgo interno para el crecimiento del país, sostuvo. Esos cambios constitucionales y legales incluyeron la apertura al capital privado en el sector energético, mayor competencia en telecomunicaciones y buscar el incremento de los créditos a menor costo, entre otros.
En el plano interno, el FMI pidió a la administración federal compromiso para un apego estricto
a la trayectoria de reducción del déficit público –la diferencia entre ingreso y gasto–, que se ha elevado hasta 4 por ciento del producto interno bruto. Considera necesario aumentar los ingresos no petroleros, especialmente si los relacionados con la extracción y venta de hidrocarburos son menores a lo esperado, lo que está ocurriendo ahora tanto por la disminución en el precio como en la plataforma de exportación de crudo.
Externamente, consideró, el principal riesgo para la economía mexicana está relacionado con un incremento en la volatilidad de los flujos de capital –de los que México ha sido receptor importante en los últimos seis años– por la incertidumbre derivada de una previsible reversión de las políticas de expansión monetaria en Estados Unidos.
En aquel país, las tasas de interés de referencia han sido reducidas por el banco de la Reserva Federal (central) a niveles mínimos para estimular la economía después de la crisis de 2008-2009, lo que ha aumentado los flujos de capital hacia países con mayores rendimientos. Esa política, según se ha anunciado, comenzará a ser revertida en los próximos meses.
Estados Unidos, al que México envía ocho de cada diez dólares de exportaciones, parece estar en una trayectoria constante de recuperación
, lo que es positivo para la economía de México, dice el FMI, en su revisión anual de la economía mexicana, publicada ayer. Sin embargo, el riesgo de una renovada volatilidad en los mercados financieros se mantiene elevado, la recuperación en los países de la zona del euro y en Japón se ha estancado, el crecimiento en algunas de las mayores economías emergentes se ha desacelerado y las tensiones geopolíticas van en aumento
.
Además de la alerta sobre los riesgos a corto plazo, el FMI destacó que tras una fuerte desaceleración en 2013, proveniente de una demanda externa débil y una disminución en la industria de la construcción –nada dice del retraso en el gasto público de ese año, factor que contribuyó al bajo desempeño– se espera que el crecimiento se recupere para llegar a 2.4 por ciento este año.
La previsión del FMI es menor al 2.7 por ciento esperado todavía por Hacienda.
En la evaluación, el FMI consideró que la postura de la política monetaria –a cargo del Banco de México– es apropiada
y dio la bienvenida
al compromiso del banco central de ajustar la política monetaria en caso de que se presenten presiones inflacionarias, que no se observan de momento, dado que la economía sigue operando debajo de su potencial.
El tipo de cambio real y el balance de cuenta corriente son congruentes con los fundamentos económicos. El nivel elevado de las reservas internacionales bajo el contexto de un régimen cambiario de libre flotación, aunado a mercados financieros profundos y líquidos, ayudará al país a enfrentar adecuadamente un aumento en la volatilidad
, sostiene.
Pide apego a la disciplina fiscal
El FMI apoyó el plan del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto de reducir el monto de los requerimientos financieros del sector público, que es la medida más amplia de la deuda pública. Actualmente, el saldo de ese endeudamiento es de 7 billones 10 mil millones de pesos, 41 por ciento del PIB. El déficit fiscal, bajo esta medición, ronda 4.2 por ciento del PIB y el plan del gobierno federal, avalado por el organismo, es reducirlo a 2.5 por ciento en 2018, el último año de la administración.
Un apego estricto a la trayectoria fiscal anunciada fortalecerá la credibilidad del nuevo marco fiscal
, dice la evaluación. “Aumentar los ingresos no petroleros sería necesario, especialmente si esos recursos –que financian un tercio del gasto público—son menores a lo esperado”.
En la evaluación, el FMI destaca la desaceleración en el crédito de la banca comercial, en particular el relacionado con el consumo, que este año crece a la mitad de la dinámica que registró en 2013.
El crecimiento del crédito de la banca comercial a las empresas y los hogares se desaceleró en la primera mitad de 2014, indicó. Entre los prestatarios corporativos, la desaceleración estuvo concentrada en el sector de la construcción. Por su parte, el crecimiento del crédito al consumo de los hogares se moderó, al pasar de una tasa de 16 por ciento el año pasado a 8 por ciento en 2014. En contraste, añadió, el financiamiento de la banca de desarrollo está creciendo rápidamente, aunque permanece aún en niveles bajos.