Apremia a países del G20, México entre ellos, a trabajar duro para reavivar el crecimiento
Insta China a promover reformas en las áreas de finanzas, inversión y comercio, entre otras
Domingo 16 de noviembre de 2014, p. 29
Brisbane.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que su país no puede tirar de la economía mundial solo
, y apremió a los líderes de las mayores 20 economías del mundo (G20), entre ellas México, a que trabajen duro para reavivar el crecimiento tras la peor crisis económica desde los años 1930.
Si China y Estados Unidos pueden ponerse de acuerdo, el mundo también puede llegar a un acuerdo
, dijo Obama, en un discurso en la Universidad de Brisbane, al comenzar la reunión del G20, cuyas economías representan casi 90 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial y 84 por ciento de las emisiones contaminantes.
China mantendrá el ritmo de su crecimiento económico y hará mayores contribuciones a la economía mundial, afirmó por su parte, el presidente chino, Xi Jinping. Exhortó a las principales economías del mundo a promover en conjunto reformas en áreas de finanzas, inversión, comercio y otros campos, además de cumplir amplias estrategias de crecimiento.
Xi señaló que la máxima prioridad para los miembros del G20 ahora es coordinar la política macroeconómica, mitigar los riesgos económicos, crear empleos y mejorar el sustento de las personas. Al subrayar la importancia de la construcción de infraestructura en la generación del crecimiento económico, Xi prometió hacer contribuciones a la inversión para la infraestructura global, a través de diversas iniciativas, tanto en el G20 como a través del Banco Mundial para establecer un fondo global de infraestructura.
Los líderes del G20 se reúnen en Australia para abordar el crecimiento económico y el desempleo, entre otros temas, como la evasión fiscal y el cambio climático.
Fortalecido por el acuerdo alcanzado en Pekín esta semana con China, Obama quiere poner el medio ambiente en el centro de la agenda de las economías más desarrolladas, y anunció que su país aportará 3 mil millones de dólares al fondo verde de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el clima.
La reactivación de la alicaída economía mundial y la creación de empleo son los principales asuntos de la agenda del G20, que se reúne el fin de semana en esta ciudad, donde el primer ministro australiano y anfitrión de la cumbre, Tony Abbott, recibió a los jefes de Estado y de gobierno participantes en la cita.
Abbott insistió en que la atención se centre en cómo hacer para que la economía crezca dos puntos adicionales en los próximos cinco años y crear empleo. En un comunicado previo a la cumbre, el primer ministro australiano destacó que se necesita una visión clara sobre dónde queremos ir y construir un consenso
, respaldando una agenda reformista que favorezca el mercado laboral por encima de la ideología.
Ante los partidarios de las reformas estructurales y la austeridad, hay una voz que se alza en pro de los incentivos a la demanda mediante la inversión masiva en infraestructuras, el fomento del comercio y la regulación del sistema financiero.
Asimismo, el G20 quiere perseguir agresivamente la evasión fiscal y cerrar lagunas en la legislación que utilizan las empresas para pagar el mínimo de impuestos o hacerlo en el lugar más favorable.
Esperanza y optimismo
Pese a la situación en Medio Oriente, en el este de Europa y a los problemas terribles
de África occidental, el mensaje que deben dar los líderes al término de dos días de reunión es el de esperanza y optimismo
, dijo el primer ministro australiano.
Sí, nuestro mundo puede crecer y sí, nuestro mundo puede crear los empleos que la gente quiere
, aseguró Abbott, pese a que la experiencia demuestra que las buenas intenciones del G20 suelen quedar en papel mojado, señaló en un cable la agencia de noticias Afp.
La presidencia australiana, que pidió a los participantes que se llamen por su nombre de pila para romper el hielo y organizó una barbacoa para facilitar los contactos durante el primer día del encuentro, también quiere fomentar la colaboración energética y sentar las bases para una reforma de las instituciones energéticas que podría abocar a la creación de una agencia energética mundial.
En la cumbre de Brisbane participan el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; la canciller federal de Alemania, Angela Merkel; el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, y el presidente de China, Xi Jinping. Así como el presidente de Rusia, Vladimir Putin; el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, entre otros.
Los países miembros del G20 representan el 85 por ciento del PIB mundial, 80 por ciento del comercio global y tienen dos tercios de la población total.
El G20 cuenta entre sus miembros a la Unión Europea, el G7 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia); México, Brasil, Argentina, Australia, China, India, Indonesia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Rusia y Corea del Sur. Además, Australia ha invitado a su vecino Nueva Zelanda a la cumbre, mientras que España es considerado un invitado permanente desde 2010.