Más allá de los recursos económicos destinados a la educación, con un presupuesto promedio dentro de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el grave problema de México radica en los pobres resultados arrojados en las recientes décadas en el tema educativo.

En tanto, la ciencia y la tecnología hace enormes esfuerzos por mantener rendimientos decorosos, pese a los escasos fondos gubernamentales.

Para José Franco López, coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico y ex presidente de la Academia Mexicana de la Ciencia, esta realidad obliga a las autoridades educativas a hacer una reflexión profunda sobre las políticas públicas aplicadas hasta ahora, pues en este sector hay muchas cosas que corregir. El rezago se acumula para las próximas generaciones de mexicanos.

Dijo que el escaso crecimiento en el presupuesto global para 2015 deja en claro que hay una desaceleración y problemas económicos no resueltos, lo cual hace difícil hacer previsiones sobre los recursos que se destinarán al sector educativo y a ciencia y la tecnología. Y aunque en este rubro los recursos aumentaron finalmente en 4.6 por ciento para 2015, todavía está muy por debajo de los 20.2 y 19.9 aprobados en años recientes. A los rubros de ciencia, tecnología e innovación se aprobaron para el año entrante 88 mil 54 millones de pesos, cifra que representa 0.4 por ciento del presupuesto total.

Franco López señaló que este aumento exiguo terminará por afectar el objetivo trazado por el Ejecutivo federal de alcanzar uno por ciento del producto interno bruto (PIB) a este solo sector, para 2018. Ese porcentaje lo establece desde mediados de los años 70 la Ley de Ciencia y Tecnología. En promedio, los países de la OCDE destinan a este rubro 2.4 por ciento del PIB.

En un primer análisis sobre el presupuesto educativo global para el próximo año –700 mil millones de pesos–, el también investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México consideró que en términos globales se trata de recursos que están dentro de los valores promedio existentes en la OCDE. Este es uno de los pocos rubros donde nuestro país ha hecho una inversión adecuada desde hace varios años, dijo en entrevista.

Aunque reconoció que las evaluaciones internacionales, sobre todo en comprensión de lectura y matemáticas, han sido muy desfavorables para México, hay que replantear la forma en que se están haciendo las cosas.

De manera específica en ciencia y tecnología dijo que siendo una de las inversiones más bajas que hay en la OCDE, los resultados permiten al país contar con una ciencia competitiva, aunque sea en números pequeños. Con pocos recursos se están dando resultados muy por arriba de lo que representa esa inversión.