Saltillo, Coah.

El gobierno estatal autorizó la instalación de un confinamiento de residuos generados por la explotación de hidrocarburos en la zona norte. Se ubicará en el municipio de General Cepeda, en el sureste, a unos 60 kilómetros de Saltillo.

El confinamiento comenzará a construirse a principios de 2015, una vez que la empresa cumpla los requisitos de impacto ambiental, uso de suelo y remediación ambiental, anticipó la secretaria del Medio Ambiente en la entidad, Eglantina Canales Gutiérrez.

En entrevista, la funcionaria opinó que es mejor tener los residuos industriales peligrosos en un solo sitio, ordenados de acuerdo con la ley, en espera de que haya una tecnología para usarlos, que a la orilla de la carretera

Según la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad de Coahuila, la extracción de gas de lutita en el norte del estado empezará en el segundo trimestre de 2015, en la cuenca conocida por el Instituto Mexicano del Petróleo como Galaxia, una superficie de mil 500 kilómetros cuadrados en el municipio de Jiménez.

Coahuila, destacó, aportará casi 20 por ciento a las reservas nacionales de gas de lutita, subrayó el presidente del agrupamiento minero-petrolero de Coahuila, Rogelio Montemayor Seguy.

El ex gobernador del estado y ex director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que de los 545 billones de pies cúbicos de gas de esquisto que podría haber en México, 120.8 estarían en territorio coahuilense, en una región que va del centro de la entidad hasta la frontera con Texas.

Prevén inversiones por 64 mil mdd en 15 años

El agrupamiento industrial de Coahuila proyectó inversiones de 64 mil millones de dólares en el estado en los siguientes 15 años, a razón de 4 mil 200 millones de dólares por año a partir de 2016. Para darnos una idea de la magnitud de los proyectos, en 2013 Coahuila obtuvo mil 200 millones de dólares en inversión extranjera directa, expuso Montemayor. Las reservas de gas de lutita en Coahuila son equivalentes a 25 mil millones de barriles de petróleo, precisó el gobernador Rubén Moreira Valdez.

De acuerdo con las proyecciones del grupo minero-petrolero, el gas y el crudo de esquisto en el estado serán explotados en unos 8 mil pozos con el método de fractura hidráulica (fracking), que consiste en perforar el área donde se encuentra el yacimiento y luego inyectar a alta presión agua y químicos para romper las rocas que contienen el gas. Este método genera residuos peligrosos como aceites y ácidos que requerirán tratamiento.

Canales Gutiérrez mencionó que la empresa promotora del confinamiento es propiedad de la familia Calvert, de Saltillo, aliada con inversionistas extranjeros.

Antes de instalarse, el confinamiento debe cumplir las normas oficiales mexicanas, como estar en el sitio adecuado desde el punto de vista geológico y natural; estar lejos de pozos de abastecimiento urbano y rural, así como de centros de población; estar aislado en un terreno de protección, cumplir normas arquitectónicas de seguridad, de manejo adecuado de los productos y otras medidas de reducción de riesgos, expuso.

¿De qué tamaño es el proyecto? –se le preguntó.

–Es grande. Tiene laboratorios, áreas de confinamiento y remediación. Se van a confinar residuos peligrosos. Por ahora se tienen preparadas 10 celdas donde se van a almacenar residuos que contengan sustancias de riesgo para la salud o el ecosistema, como baterías de teléfonos celulares, recortes de lodos impregnados de hidrocarburos, residuos metalúrgicos y recortes de procesos de fundición, que también son compuestos de alta peligrosidad.