Legisladores del PRD reconocieron que existe una crisis en su partido, encabezado por Carlos Navarrete. Inclusive algunos se sumaron a la propuesta que hizo la víspera, Cuauhtémoc Cárdenas, fundador de ese partido, de que el Comité Ejecutivo del sol azteca analice renunciar.

Los diputados Roberto López Suárez y Alejandro Sánchez Camacho consideraron que Navarrete debe valorar su salida ante la crisis del partido, derivada del escándalo por la imposición de José Luis Abarca, ex edil de Iguala, así como la defensa y las relaciones de Nueva Izquierda (Los Chuchos) con el ex gobernador Ángel Aguirre.

López Suárez planteó que el PRD debe convocar con urgencia a un congreso extraordinario, donde se rectifique la línea política y se rompa todo vínculo con el gobierno y el PAN. Mientras, en conferencia de prensa, Sánchez Camacho sostuvo que la principal factura que ya pagó el partido es la desconfianza de la sociedad.

Petición inviable: Alonso Raya

Al contrario, el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Miguel Alonso Raya, consideró inviable legal, estatutaria y políticamente la dimisión del CEN. Explicó que el Instituto Nacional Electoral ya no permitiría el cambio de dirigencia porque el proceso electoral de 2015 ya inició; además, designar una nueva sería responsabilidad de los mismos consejeros que eligieron a Navarrete.

Consideró que la crisis del sol azteca no es atribuible a la actual dirigencia. “Los problemas los tenemos desde que se fundó y se han agudizado. La solución no es la renuncia de la dirigencia, como propone el ingeniero cada que ve un conflicto. Lo hizo durante la presidencia de Amalia García, luego con Leonel Godoy".

El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa, manifestó que la misiva que envió Cárdenas a la dirigencia nacional la interpreto como punto de inflexión para que se reconozca la crisis y a partir de esto hacer cambios.

El senador Alejandro Encinas, consideró también en entrevista que la dirigencia nacional debió haber asumido que hay crisis y tomar medidas de fondo. Acabar con la corrupción interna que prevalece hasta en el reparto de los metros cuadrados de las oficinas en el PRD, pero sobre todo en los mecanismos que han permitido la infiltración del crimen organizado.