Los partidos y el Instituto Nacional Electoral (INE), sostienen diferencias relativas a la posibilidad de que los primeros decidan la distribución del total de sus erogaciones entre los candidatos.

Aunque el PRD consideró antes que esa medida fue usada por el PRI en los comicios presidenciales de 2012 para evitar que el entonces candidato, Enrique Peña, rebasara el tope de campaña fijado por el IFE, de 336 millones de pesos, ahora defiende esta interpretación frente a la de los consejeros, quienes sostienen que a partir de la reforma constitucional de 2013 deben respetarse los porcentajes de recursos asignados a cada candidato, como estipula la Ley General de Procedimientos e Instituciones Electorales.

En entrevista, el consejero Benito Nacif comentó: persisten diferencias sobre la interpretación de artículos, que van de si ellos deciden cómo se prorratea un porcentaje, a una discusión conceptual entre las diferencias entre gastos genéricos y compartidos.