Jueves 20 de noviembre de 2014, p. 27
Buenos Aires.
El ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi rechazó una propuesta de ley opositora para autorizar el derribamiento de aeronaves en un supuesto combate contra el narcotráfico o el llamado crimen organizado.
“Agarrar el fusil y matar narcos no es el modelo que queremos”, manifestó este miércoles Rossi, en continuidad con la posición que se ha manifestado en diversos países de la Unión de Naciones Sudamericana, contraria a la militarización de la guerra contra el narcotráfico, cuyos resultados en Colombia y México han dejado una severa crisis humanitaria y política.
El ministro consideró que esta ley propuesta es una pena de muerte sin juicio previo
que “no ha significado una mejora en la performance en la lucha contra el narcotráfico”.
En este punto señaló que, “con el involucramiento de las fuerzas armadas, Colombia logró reducir a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) pero no al delito narco”, y llamó a evaluar la experiencia de México que indica lo nocivo que resultan las normativas de ese tipo.
Comparando con esto se refirió a la política de radarización que puso en marcha el gobierno a partir de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia en 2003; no existían radares en el país y actualmente existen ya 26 aeropuertos con radar. Asimimso en los últimos tiempos se ha establecido el llamado Escudo Norte con radares para cubrir las fronteras más clientes del país.
“No es la militarización para combatir ni tomar un fusil para matar narcos, el modelo de seguridad que nosotros queremos”, sostuvo Rossi, quien personalmente se declara en contra de utilizar fuerzas sin control de legalidad y se mostró dispuesto a defender esta posición porque, cuando se abre esa puerta, (de militarizar la lucha contra el tráfico) después cuesta muchísimo cerrarla
.
Uno de los más empeñados en tomar como ejemplo
a Colombia y México es Sergio Massa, candidato presidencial por el Frente Renovador que agrupa a varios sectores de derecha, entre ellos peronistas opositores al gobierno actual.
Carrió rompe con UNEN
En tanto, mientras el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se prepara para definir en las elecciones internas (PASO) al candidato que irá a las elecciones presidenciales de 2015 y algunas de las últimas medidas son consideradas como paso de consolidación oficialista. La diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió rompió con la coalición del Frente Amplio UNEN, conformada el año anterior entre bombos y platillos, como una fuerza opositora. UNEN de tendencia socialdemócrata, cada vez más inclinada a la derecha, está conformada por una alianza electoral de los partidos Coalición Cívica, que lidera Carrió, la Unión Cívica Radical (UCR), el Partido Socialista (moderado), Proyecto Sur, Partido Socialista Auténtico y Libres del Sur, así como el GEN (de un radicalismo de la UCR más independiente).
Carrió después de renunciar lanzó un fuerte ataque, especialmente a la UCR que en un congreso especial rechazó la idea de unirse a la derechista Propuesta Republicana PRO, que lidera Mauricio Macri.
Aunque para mantener unida a la UCR debieron ceder a la posibilidad de algunos acuerdos provinciales entre ésta y el PRO, Carrió, arremetió duramente contra sus ex aliados.
La decisión del partido radical es una decisión suicida en términos de la causa radical, que era la República. (...) Ellos están entregando, sobre todo (Julio) Cobos, (Ricardo) Alfonsín y (Miguel) Bazze se la están entregando a (Daniel) Scioli (Oficialista)
, afirmó Carrió.
También golpeó duro a Julio Cobos, quien dijo fue el vicepresidente de Cristina y yo no sé si está apretado por la efedrina
. Él rompió el radicalismo. Fue financiado por la droga, por la efedrina
, subrayó.
En su mira estuvieron otros presidenciables y ex aliados como el socialista Hermes Binner, al que llamó a “explicar el narcotráfico en Santa Fe. No se puede hacer el gobernador, y de Fernando Pino Solanas de Proyecto Sur”.
Aunque los dirigentes de UNEN le respondieron con cierta calma, la salida de Carrió también indica muchas desavenencias en esa coalición, que se advertía como uno de los intentos que tenían mejores posibilidades para enfrentar al gobierno actual. La pelea y fragmentación opositora continúa.