División entre activistas pro democráticos
Miércoles 26 de noviembre de 2014, p. 35
Hong Kong.
Al menos 80 activistas fueron detenidos este lunes aquí, tras enfrentamientos con la policía después de que los manifestantes intentaron impedir el desalojo, ordenado por un tribunal, de los campamentos de protestas en el concurrido barrio comercial de Mong Kok.
Unos seis mil policías fueron desplegados para cumplir con un mandato judicial que ordenó el desalojo de la plaza. Los uniformados emplearon gas pimienta para dispersar a los activistas; se reportó que tres agentes resultaron heridos.
Algunos manifestantes serán denunciados por atacar a funcionarios de la policía y otros por oponerse a una decisión judicial, informaron fuentes de seguridad.
Tras casi dos meses de protestas, un tribunal ordenó el desalojo de las barricadas callejeras levantadas por los activistas en respuesta a un recurso presentado por operadores de microbuses y taxi para liberar las calles ocupadas.
Los líderes de las protestas habían pedido a los activistas que no ofrecieran resistencia al desalojo. Además de Mong Kok, varios cientos de manifestantes resisten en el campamento central de las protestas en Admiralty, cerca de la sede de gobierno en la ex colonia británica.
El movimiento de protesta perdió popularidad la semana pasada después de que activistas enmascarados intentaron ocupar durante la noche el edificio del Parlamento. Con varas de hierro y piedras rompieron vidrios, puertas y dañaron paredes.
Los líderes de las protestas prodemocráticas condenaron los ataques, pero los sucesos al parecer influyeron ya en muchos ciudadanos en Hong Kong: en dos encuestas independientes, la mayoría de la población se inclinó la semana pasada a favor de desalojar los campamentos de protesta.
Además, los propios manifestantes están divididos: en una encuesta de activistas, en torno a la mitad de los más de 2 mil encuestados se pronunció a favor de terminar con las protestas y volver a casa si se los piden.
Las protestas comenzaron cuando Pekín anunció que permitiría por primera vez en 2017 la celebración de elecciones directas en la antigua colonia británica, pero sin autorizar la elección libre de los candidatos. Desde la devolución de la antigua colonia a China en 1997, Hong Kong cuenta con una administración especial autónoma.