Madrid.

En un debate parlamentario áspero y con reiteradas críticas a su gestión, el presidente del gobierno, el conservador Mariano Rajoy, negó este jueves que España esté sumida en una corrupción generalizada y apeló a una metáfora para explicar lo que a su juicio ocurre en el sistema político español: La corrupción es sólo una manzana podrida en el frutero. Un frutero que está sano. La oposición criticó la pasividad del mandatario con la corrupción, sobre todo dentro del gobernante Partido Popular (PP), donde en los últimos años han proliferado graves acusaciones en todas las regiones, alcaldías y diputaciones bajo su gobierno.

Rajoy habló ante el Congreso de los Diputados un día después de la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, acusada de de estar involucrada en un caso de corrupción, tras una resolución judicial en que el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, la citó a declarar como beneficiaria a título lucrativo de una trama en la que fueron desfalcados millones de euros del erario público. El mandatario español presionó ayer a Mato, quien es además su amiga personal.

Sin embargo, tanto los diputados como los medios de comunicación fijaron su atención en la silla vacía de Mato, quien según la investigación judicial se benefició con más de 35 mil euros en viajes, regalos y hasta el pago de las fiestas infantiles que obtuvo gracias a su marido, el ex senador del PP, Jesús Sepúlveda, quien fue uno de los cerebros de la trama delictiva.

Rajoy también acudió al debate parlamentario cuando numerosos cargos públicos de su partido están involucrados en diversos escándalos; desde el presidente de la comunidad autónoma de Extremadura, José Antonio Monago, que realizó numerosos viajes a las Islas Canarias para ver a su novia con cargo al Congreso de los Diputados.

Está también el encarcelado ex gerente del PP durante dos décadas, Luis Bárcenas, quien presentó pruebas de la contabilidad secreta del PP, el pago de sobresueldos ilegales a sus principales dirigentes y la financiación irregular de su estructura partidista y actos proselitistas.

Con este panorama, que ha despertado un rechazo inédito de la sociedad española hacia su clase dirigente, Rajoy negó en primer lugar la percepción generalizada que se ha instalado en el país: España no está corrompida. Mientras que, presionado por los otros grupos parlamentarios, se refirió a su ministra de Sanidad hasta ayer y a su vinculación a la trama de corrupción: Si el presidente del Gobierno quiere ser justo, tiene la obligación de citar al juez. Y el auto del juez Ruz alude a que (Mato) ignora la existencia de la comisión del delito. Si la conociera sería acusada de complicidad o encubrimiento, pero queda fuera de toda duda que no ha participado en delitos y que ha ignorado la comisión de los mismos.

Rajoy recuperó el perdón que pidió en agosto pasado cuando también tuvo que comparecer para explicar el escándalo desatado tras el encarcelamiento de Luis Bárcenas, así como de la apertura de diligencias contra destacados miembros de su partido, como el ex presidente de las Islas Baleares y ex ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, quien se encuentra en prisión, y del ex presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, que deberá ingresar en la cárcel en los próximos dos días.

Si afloran hoy tantos casos es porque se están combatiendo y las instituciones funcionan y todo lo que sale a la luz habla más del pasado que del presente, dijo Rajoy, quien además presentó una serie de propuestas -que ya había anunciado en plenos anteriores- para combatir la corrupción, entre ellas la de prohibir las donaciones de personas jurídicas a los partidos, limitar la condonación de deudas y obligar a todas las formaciones a hacer públicas sus cuentas. Así como una reforma reforma del Código Penal y la de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Desde la oposición se acusó a Rajoy como el principal beneficiario y amparador de la corrupción, al figurar en la contabilidad secreta de su partida como uno de los beneficiarios de los sobresueldos ilegales y además de que las campañas de los últimos años, en las que él mismo ha presidido su partido, han estado llenas de financiación ilegal.

Joan Coscubiela, de Iniciativa per Cataluña, advirtió que la situación de la corrupción existente es como hija del concubinato del capitalismo parasitario y políticos corruptos. Y usted no ha puesto ningún medio nuevo para atajar la corrupción. A usted no le interesa que la justicia funcione porque la justicia es el mejor antídoto para combatirla. Usted lleva muchos años en el epicentro de la trama de corrupción más importante que ha existido. Señor presidente, poco a poco el cerco se va estrechando alrededor del que cada vez es más evidente que es el míster X de la corrupción, es decir usted. Porque usted, señor Rajoy, es el míster X de la corrupción. Este país no merece tener como presidente a quien lo es de un partido carcomido por la corrupción. No está en condiciones de seguir.

Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), advirtió que no negociará nada con el PP hasta que altos cargos del gobierno publiquen sus patrimonios y les acusó de ser gente que no es de fiar.

Toda la oposición coincidió en exigir a Rajoy más contundencia contra la corrupción y le negaron credibilidad para acometer las reformas que necesita el sistema para regenerarse.