Auténticos o simulados, esos grupos no benefician
Miércoles 3 de diciembre de 2014, p. 7
La aparición en diversas manifestaciones públicas de grupos de jóvenes que se identifican como supuestos anarquistas
–muchos de ellos con el rostro cubierto– ya se ha convertido en un patrón, el cual genera actos de violencia, represión policiaca y arresto de personas que en muchas ocasiones no cometieron ningún delito, advirtieron organizaciones de la sociedad civil.
Édgar Cortez, miembro del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, indicó que su actuación constante deja ver que esos colectivos no operan de forma circunstancial, sino como parte de una serie de hechos deliberados que le restan atención pública a las razones de las marchas.
Ya sean anarquistas auténticos o infiltrados, estos grupos que usan la violencia tienen muy estudiado su papel, aprovechan las fallas de una policía que sólo saber usar la fuerza, pero no investigar, y desvían la atención de la gente a actos menores, pero muy aparatosos, que restan atención al carácter principal de las marchas ciudadanas pacíficas
, dijo.
Aun si estos grupos de anarquistas
no son infiltrados del gobierno, apuntó Cortez, sus actos terminan siendo muy útiles a la estrategia del gobierno de restar visibilidad a las protestas. Para algunos medios, es más nota unos vidrios rotos que el reclamo de los ciudadanos
.
La posibilidad de que los autores de actos violentos sean agentes del propio Estado, añadió, no puede descartarse. Conociendo las prácticas de la clase política, es probable que infiltraran marchas para generar descrédito. No podemos ser tan ingenuos para pensar que los intereses subterráneos de los políticos no tratarían de llevar agua a su molino en estos momentos
.
Fernando Ríos, secretario ejecutivo de la Red Todos los Derechos para Todas y Todos, consideró que aunque algunos grupos de anarquistas
verdaderamente reivindiquen esta ideología política, de todas formas sus actos no le ayudan a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde hace más de dos meses.
El Estado está deseoso de reprimir y ellos le dan el pretexto fácil, pero la represión brutal no ha sido contra ellos, sino contra la población civil que se manifiesta de manera pacífica. Aunque también hay personas que actúan en consecuencia con su orientación ideológica, también hay elementos para pensar que sí hay infiltrados
, consideró.