Dos años de Peña: crecimiento mediocre
os años más de crecimiento mediocre y de desmantelamiento del Estado. En 2012 Enrique Peña Nieto asumió la Presidencia de la República tras una fuerte competencia electoral y un conjunto de impugnaciones cuyos ecos no se han silenciado. La plataforma electoral registrada por el PRI contiene un crudo diagnóstico que hoy nos sirve para evaluar su desempeño en el primer tercio de su gobierno.
En materia económica, señala: “El país se encuentra en una de las peores crisis que haya vivido en su historia. Uno de los problemas más graves es el incremento de la desigualdad y la pobreza que proviene del mediocre crecimiento económico que hemos tenido durante la última década: crecimiento promedio anual de 1.9 por ciento del producto interno bruto.
El mediocre crecimiento de los últimos años es resultado de que no se han construido motores económicos propios y se ha dependido sólo de los altos precios del petróleo y del aumento de la exportación de manufacturas a Estados Unidos
. Los datos duros indican que el crecimiento económico sigue siendo mediocre y las causas siguen siendo las mismas que refiere el texto citado.
El sistema político económico mexicano no ha dado los resultados prometidos. Continúan entre los mexicanos la pobreza y los coeficientes de desigualdad.
Hoy es más evidente que nunca la insoslayable necesidad de intentar un gran ajuste de la vida nacional, antes de que los pocos núcleos duros que quedan para evitar la fragmentación social se desgasten como resultado de la persistente corrupción, desigualdad e inseguridad.
Los neoliberales de ayer y de hoy no han dejado de proclamar las promesas de su credo; lo malo, para ellos, es que una parte de la sociedad educada por Chespirito ha pasado de la pasividad feliz al reclamo enérgico, que sólo puede encontrar cauce pacífico si la elite del poder entiende la urgente necesidad de la recreación progresiva, gradual pero acelerada, del Estado democrático.