Miércoles 10 de diciembre de 2014, p. 12
El estudiante Julio Reynoso Bustamante, del Instituto de Educación Media Superior (IEMS), fue víctima de un intento de desaparición forzada el pasado lunes por un grupo de hombres que lo golpearon, lo torturaron sicológicamente y lo amenazaron para que dejara de participar en la lucha social, denunciaron compañeros del joven.
En conferencia de prensa, señalaron que si sus agresores dejaron ir al activista fue en gran medida porque éste logró denunciar lo ocurrido a través de mensajes de celular, mientras viajaba en la cajuela del vehículo donde fue obligado a subirse, y eso generó presión y solidaridad en las redes sociales.
Juan Daniel López Ávila, una de las 11 personas enviadas a penales de alta seguridad tras la marcha del 20 de noviembre, y posteriormente liberadas por falta de pruebas, leyó una carta enviada por Reynoso, quien prefirió no asistir al acto por motivos de seguridad.
En la misiva, el estudiante narró que el lunes pasado alrededor de las 19 horas, mientras caminaba por la calle Nezahualpilli, colonia Ajusco, delegación Coyoacán, fue interceptado por un grupo de hombres vestidos de civil, quienes lo obligaron a subir a un auto gris sin logotipos oficiales, pero con una torreta como las de las patrullas.
Gracias a que llevaba su celular oculto, el joven pudo comunicarse con un grupo de activistas de otros planteles del IEMS, quienes de inmediato avisaron a su familia, acudieron al Ministerio Público de la zona y se comunicaron con la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh).
Luego de ser paseado
durante varias horas, el alumno fue sacado de la cajuela del vehículo y subido en el asiento trasero del mismo. Sus agresores, afirmó en la carta, lo golpearon en el estómago, lo obligaron a tomar bebidas alcohólicas con un embudo, amenazaron con hacerle daño a su familia y finalmente lo dejaron alrededor de las 11 de la noche en las inmediaciones de Plaza Aragón, en el estado de México.
Elsa Arista, integrante de la Limeddh, advirtió que lo ocurrido fue un intento de desaparición forzada
, que siguió el mismo modus operandi que otros hechos de represión selectiva contra activistas.