Como complemento a todo su quehacer escritural, que lo distingue como literato y comprometido luchador social, por primera vez se exhibe una serie de cartas de José Revueltas (1914-1976).

Las misivas, que reflejan sus sentimientos íntimo-amorosos, integran la exposición Revueltas epistolar: cartas a Maka, montada en el Museo de la Ciudad de México, inscrita en la conmemoración del centenario del autor de Los días terrenales.

Se trata de unas 10 cartas escritas por Revueltas a lo largo de tres de los seis meses de su estancia en Cuba, entre mayo y julio de 1961, dirigidas a Maka Czernichew Dorantes (París, 1924-DF, 1992), una enigmática pintora francesa, periodista y bailarina de origen ruso, quien dijo siempre ser mexicana y que conquistó el corazón de José Revueltas, explicó María Cortina, curadora de la muestra.

No se sabe con exactitud cuántas cartas le escribió a Maka durante su relación de unos tres años. Lo que sí se refleja en las que se conocen, es cómo le expresa su amor con la misma pasión con la que se refiere a la recién estrenada Revolución Cubana.

La exposición se complementa con fotografías de gran formato de Revueltas, a los cuarenta y tantos años, y uno de la bella Maka de la que se enamoró, así como dos pinturas al óleo, realizadas por ella tituladas Mujer triste y Mujer árbol.

La pintura de Maka es una expresión de ángel caído, pero que vuela y se desplaza con ojos que al mismo tiempo se hacen tacto, escribiría en su momento Revueltas.

Jean Cocteau, Edith Piaff, Octavio Paz, Rufino y Olga Tamayo, Rodolfo Usigli, Juan José Arreola, Alí Chumacero, Arthur Miller, Anthony Quinn, John Huston, Stan Getz, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Juan Soriano, Juan García Ponce, Juan José Gurrola, Manuel Felguérez y Juan Soriano, entre muchos otros personajes, formaban parte del círculo de admiradores y amigos de Maka. La intensa relación epistolar que mantuvo con buena parte de ellos da testimonio de su encanto y de las pasiones que desataba su belleza, su simpatía e inteligencia y la forma en que ejercía su libertad e independencia.

El amor desesperado

La exposición rinde homenaje al amor entre José y Maka, artistas cuyos espíritus afines se encuentran en el terreno intelectual y político que define el tiempo que les tocó vivir, explicó la curadora María Cortina.

Maka y José se conocieron no se sabe cuándo ni dónde. Ambos frecuentaban el mismo círculo de intelectuales que en los años 50 del siglo pasado solían reunirse con frecuencia para discutir sobre política, sobre arte o simplemente a tomar un trago y soñar. La primera carta que le envió a Maka, escrita de su puño y letra, data del 27 de diciembre de 1958. Es la única donde el amor le gana la partida a la política. Revueltas no hace referencia a la situación del país ni a sus proyectos personales ni escribe sobre la esperanza que mantuvo hasta el último día de su vida, sobre un México libre, justo, sin violencia. Es la carta del amor desesperado, expresó Cortina.

Las cartas fueron escritas desde Cuba, adonde viajó Revueltas para hacer trabajo voluntario en producciones cinematográficas. El narrador dirigía dicho curso, cortó caña junto con las brigadas de voluntarios, escribía, leía los diarios, se empeñaba en comprender las consignas y las decisiones de la cúpula. Asistía a un círculos de estudios sobre filosofía marxista y veía películas que después discutía en sesiones con sus alumnos. Trabajaba las 24 horas.

Pero para Maka, la amada, la esperada, la indescifrable, siempre había tiempo. Tiempo incluso para diseñar los escenarios en el caso de que su visita a La Habana se hiciera realidad. Revueltas lo intentó todo. En las cartas se ve reflejado desde sus ruegos, soledad y tristeza, pasando por sus dudas y agotamiento, hasta su desesperanza y presentimiento de que Maka no iría a la isla.

La exposición Revueltas epistolar: cartas a Maka, en el recinto de Pino Suárez 30, Centro Histórico, concluirá el próximo enero.