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Las Grandes Ligas se mantienen pendientes del acuerdo alcanzado entre Cuba y EU

El embargo impedirá la normal llegada de peloteros cubanos

Para ficharlos, el Departamento del Tesoro debe otorgarles una licencia y el paso previo es haber huido de la isla

Puig salió con ayuda de una banda de contrabandistas de cartel mexicano

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Integrantes de las fuerzas armadas revolucionarias de Cuba posan con el cátcher estadunidense Charley Lau, de Detroit, quien jugó en la isla. Gráfica tomada el 1º de febrero de 1959Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 19 de diciembre de 2014, p. a13

Miami.

Las Grandes Ligas de beisbol están pendientes del acuerdo alcanzado por Cuba y Estados Unidos para retomar relaciones, aunque el mantenimiento del embargo seguirá impidiendo la normal llegada de peloteros desde la isla. Admitieron que por el momento el panorama es incierto.

Pese a que quizás ahora haya más libertad para viajar a ver jugar a un pelotero cubano, para ficharlo seguirá siendo necesario que el Departamento del Tesoro le dé una licencia. Y el paso previo es haber huido de la isla a un tercer país y declararse agente libre para fichar y recalar en Estados Unidos.

El camino de la marcha suele implicar a bandas de traficantes a las que los jugadores pagan cuantiosas sumas en espera de un contrato millonario en las Grandes Ligas.

Rara vez los peloteros explican los detalles de las aventuras. Es el caso de Yasiel Puig, de Dodgers de Los Ángeles, cuya salida está sujeta a investigación en los tribunales de Miami y que podría ser objeto de una película.

Una productora de Hollywood compró los derechos del relato publicado por la revista Los Angeles Magazine: tras varios intentos fallidos, el pelotero salió de Cuba con la ayuda de unos contrabandistas que trabajaban para un peligroso cartel mexicano de la droga (los Zetas), que lo llevaron hasta Yucatán en una lancha rápida.

El retraso en el pago del patrocinador del caribeño provocó que la banda mantuviera cautivo a Puig durante 20 días y amenazaron con cortarle el brazo si no pagaba. Dos personas se han declarado ya culpables de haber conspirado para sacarlo de la isla y hacerlo llegar a Estados Unidos.

Pese a las medidas anunciadas por el presidente Barack Obama, el embargo comercial y financiero, vigente desde 1961, sólo puede ser levantado por el Congreso, algo que difícilmente ocurrirá en los próximos años.

Puig es sólo uno de los 25 peloteros nacidos en Cuba que jugaron la temporada que concluyó en octubre. Muchos han firmado contratos millonarios, ya que los equipos ven al país caribeño como el mayor vivero de talento.

El último en salir de la isla y llegar a las Grandes Ligas ha sido Yasmany Tomás, quien acaba de firmar un acuerdo por seis años con los Diamantes de Arizona, por 68.5 millones de dólares.

Tomás, quien acaba de cumplir 24 años, se fue de Cuba en junio pasado siguiendo el camino de otras grandes estrellas de la isla como Puig, José Fernández, José Abreu o Rusney Castillo.

Primero llegó a Haití y luego pasó a República Dominicana, donde entrenó durante los recientes cuatro meses. Tras recibir el permiso del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en septiembre, se sometió a las pruebas de los equipos de Grandes Ligas.

No batió el récord de mayor cantidad de dinero firmado en un primer contrato con un jugador internacional, en posesión de su compatriota Rusney Castillo, quien en agosto acordó unirse a los Medias Rojas de Boston por 72.5 millones de dólares.

Se espera que en los próximos días o semanas equipos de las Grandes Ligas cierren los fichajes de Yoan Moncada y Andy Ibáñez, otros beisbolistas cubanos que escaparon de su país y buscan triunfar en Estados Unidos.

El gobierno de la isla ya permite que sus peloteros puedan fichar por la liga mexicana o de Japón y pagar un impuesto por sus ganancias.

La fuga a EU les impide volver para jugar con el equipo nacional de Cuba, lo que ha afectado el rendimiento de la otrora potencia.

Antonio Castro, hijo de Fidel Castro y dirigente de la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol (WBSC por sus siglas en inglés), ya pidió que los peloteros cubanos que salieron de la isla y juegan en las Grandes Ligas puedan desempeñarse en la selección.

Necesitamos cambiar en los dos lados, tenemos que hacer algo realista, algo por nuestros jugadores... No es bueno para los atletas, para las familias, para nadie. Perdemos a esos peloteros, no pueden volver a jugar con el equipo nacional, ¿por qué?, se preguntó Antonio Castro en un reportaje sobre el beisbol cubano que emitió la cadena estadunidensePN en octubre de 2013.