La minigubernatura
a semana anterior, una inesperada mayoría de diputados aprobó la propuesta del Ejecutivo consistente en elegir gobernador y diputados locales para dos años, entre otras adecuaciones, lo que reconfigurará el panorama político estatal, sobre todo por la relección de diputados y una gubernatura que se iniciará en 2016 y concluirá el 30 de noviembre del 2018 para hacer coincidir la elección local con la federal.
En días anteriores a la propuesta del gobernador, algunos legisladores priístas habían expresado inquietud por la iniciativa; sin embargo, el dictamen fue aprobado con 45 votos a favor y cinco en contra, de los diputados panistas Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, Édgar Hugo Fernández Bernal y Alejandro Zairick Morante, así como el petista Fidel Robles Guadarrama y Cuauhtémoc Pola Estrada, del Movimiento Ciudadano.
Colada en medio de esta reforma, se crea la Fiscalía General del Estado como organismo autónomo que cumplirá las funciones que han correspondido a la Procuraduría General de Justicia.
Los argumentos medulares del debate fueron la reducción de gastos, la paridad de género y la votación mínima de 3 por ciento para que los partidos mantengan el registro, tema en el que coincidieron Alternativa Veracruzana y los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Nueva Alianza (Panal), Verde Ecologista de México (PVEM) y Revolucionario Institucional (PRI).
La oposición provino de los partidos del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano (MC) y una fracción del Partido Acción Nacional (PAN), que consideran que la reforma no fortalece la democracia y tampoco reduce el gasto público ni las dificultades para planear a largo plazo la inversión pública.
Así, el eje del debate fue menos ríspido de lo esperado y abrió expectativas sobre el comportamiento de los grupos políticos en el estado, pues por vez primera la contienda será regida por el Instituto Nacional Electoral, no por el órgano local.
Por lo pronto, junto con funcionarios que aspiran a participar en la contienda de 2016, los tres senadores Yunes (dos priístas y un panista), así como algunos miembros de la élite del blanquiazul venidos a más desde el foxismo, comenzaron una guerra de declaraciones que seguramente arreciará una vez que comiencen las sesiones extraordinarias en los 212 cabildos a fin de aprobar la reforma que dará lugar a la minigubernatura.