Nueva York.

Estos fueron los 10 momentos más memorables del deporte en 2014, de acuerdo con la agencia Ap:

15 de febrero. Ray Rice agrede a su novia en un hotel de Atlantic City.

Altercado menor, fue la descripción inicial del incidente dada por el abogado del running back de los Cuervos de Baltimore con su entonces novia Janay Palmer, el fin de semana del Día de los Enamorados.

En realidad lo ocurrido en el hotel Revel fue algo grave y que puso en evidencia a la NFL, la cual todo este tiempo se había hecho de la vista gorda con los recurrentes casos de violencia doméstica que involucraban a sus jugadores.

24 de mayo. Real Madrid-Atlético de Madrid, la final española de la Liga de Campeones.

Corrían los 93 minutos en el estadio de la Luz de Lisboa y los colchoneros doblegaban 1-0 a su vecino. El entrenador Diego Simeone buscaba dar a su equipo su primer cetro como campeón de Europa, hasta que apareció Sergio Ramos, el central merengue, elevándose para cabecear un tiro de esquina cobrado por Luka Modric, batiendo al portero Thibaut Courtois.

Termina sueño colchonero

El partido se fue a tiempo extra. Con Ángel di María como propulsor, los goles de Gareth Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo estamparon el 4-1 contundente. Al definir de penal, Cristiano se quitó la camiseta para exhibir su musculatura. Era el reflejo imperial de un Real Madrid que volvía a reinar en Europa tras 12 años de espera por la décima Copa de la región.

15 de junio. La clavada de Manu Ginóbili en el quinto juego de la serie final de la NBA.

El signo de exclamación de la victoria de los Spurs de San Antonio se produjo en un asombroso segundo cuarto. El basquetbolista argentino tomó el balón por el centro de la pintura, se desmarcó de Ray Allen y se elevó para clavar con la zurda la pelota ante el mastodonte Chris Bosh, uno de los tres súper astros de Miami.

Fue una jugada para los afiches rumbo a un desigual triunfo 104-87, para el quinto título de los Spurs en 16 temporadas bajo la conducción de Gregg Popovich.

Ginóbili, Tony Parker y Tim Duncan acabaron estropeando la ambición de un tercer título seguido de LeBron James y el Heat.

24 de junio. El mordisco de Luis Suárez a Giorgio Chielini en el Mundial de Brasil.

El marcador en Natal mostraba un empate sin goles al minuto 79. Uruguay era pura angustia al verse fuera de la Copa. El único resultado que le servía ante Italia era el triunfo. Y fue cuando apareció la dentadura del delantero charrúa, en lo que fue un tercer incidente en el que muerde a un rival.

En un forcejeo dentro del área italiana, Suárez mordió al zaguero Chiellini, quien desesperado mostraba al árbitro mexicano Marco Rodríguez la marca dejada por Suárez, pero éste no fue expulsado y Diego Godín anotó al 81 para el triunfo que prolongó la estadía de la celeste en Brasil.

Sin embargo, el Pistolero ya no pudo jugar en la derrota de su equipo ante Colombia en octavos de final, al recibir una suspensión que lo dejó fuera del torneo y durante los siguientes cuatro meses.

8 de julio. El Mineirazo de Brasil en las semifinales de su Mundial.

Como se hizo costumbre antes de cada partido de la canarinha frente a sus aficionados, el prólogo era marcado por la vibrante interpretación del himno nacional. Ese trance se repitió en el estadio Mineirao de Belo Horizonte frente a Alemania. Los brasileños silbaban cada vez que un alemán tocaba el balón. No tenían las más mínima idea del castigo que recibirían.

Pasaron 11 minutos y cayó el primer gol tras un tiro de esquina. Thomas Müller lo remató a placer. Sin el goleador Neymar (lesionado) y el zaguero Thiago Silva (suspendido), Brasil era un equipo atolondrado. Y entonces empezó el aluvión de goles germanos: cinco en 18 minutos. Todo terminó con un lapidario 7-1.

Del Maracanazo de 1950 el Mineirazo de 2014 fue otro trauma para la selección con más campeonatos mundiales. Pueden presumir de sus cinco copas, pero nunca en casa.

13 de julio. Goetze y el gol que sentenció el Mundial.

La volea de James Rodríguez. La palomita de Robin Van Persie. La Copa del Mundo ofreció una impresionante cantidad de goles de alta factura. El que Goetze anotó en la final quizá no ha sido valorado en su justa dimensión. Una anotación trascendental porque no sólo significó la conquista de un cuarto título para Alemania, al sentenciar el triunfo 1-0 contra Argentina, sino que fue una extraordinaria elaboración y ejecución.

26 de septiembre. Derek Jeter y un último hit en el estadio de los Yanquis.

Fue el guión perfecto para el fin de una era, 20 años seguidos con el mismo equipo y erigiéndose como figura icónica del beisbol de Grandes Ligas.

El capitán de los Yanquis conectaba un sencillo en la parte baja de la novena entrada para sellar una victoria 6-5 ante Baltimore, en su último juego en su inmueble. Todavía le quedaban unos partidos más en Boston,y los fanáticos del rival más enconado de su equipo no tuvieron reparo en corear el nombre del número 2 al retirarse con 3 mil 465 hits –sexto en la lista de todos los tiempos– y cinco campeonatos de la Serie Mundial.

29 de octubre. Madison Bumgarner, el pítcher indomable de la Serie Mundial.

Previo al partido que definiría el campeón de las Grandes Ligas, Bruce Bochy adelantó que Bumgarner podría lanzar al menos 50, 60 lanzamientos. Al final, el astro de los Gigantes tiró 68 desde el montículo del Kauffman Stadium de Kansas City en un sensacional relevo de cinco episodios.

Bumgarner sacó out a 15 de los últimos 16 bateadores que enfrentó y dejó en 0.25 su efectividad en 36 entradas lanzadas en cinco apariciones en la Serie Mundial.

23 de noviembre. Roger Federer y Suiza, campeones de la Copa Davis.

A sus 33 años y con 17 títulos de Grand Slam, el tenista helvético podría darse por satisfecho. No se cansa. Es un competidor nato. Apenas una semana después en la que debió renunciar a la final de la Copa Masters por una molestia en la espalda, Federer apareció en Lille.

La anfitriona Francia preparó la final en una superficie de arcilla. Federer perdió su primer punto ante Gael Monfils, pero no falló cuando le tocó la responsabilidad de conseguir el decisivo contra Richard Gasquet, con lo que sumó el gran título que le faltaba, el de la Copa Davis con Suiza

25 de noviembre. Lionel Messi, devorador de récords. El 2014 fue un año de desilusiones para Leo. Perdió la final del Mundial y Barcelona completó una temporada sin trofeos.

Sin embargo, el argentino sigue tumbando toda clase de marcas, aunque nada como la que registró en un lapso de tres días en noviembre. Con un triplete ante Sevilla se convirtió en el máximo goleador de la liga de España al superar la cifra de 251 de Telmo Zerra. Y con otro triplete ante el Apoel de Chipre se erigió como el máximo anotador de la Liga de Campeones de Europa, al alcanzar 74 para dejar atrás los 71 de Raúl González. Messi requirió 91 partidos llegar a los 74, a Raúl le tomó 142.