Domingo 28 de diciembre de 2014, p. 5
El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados elaboró un estudio sobre las barreras
que enfrenta México para alcanzar la paz, porque existe un débil arreglo institucional que impide que todos los sectores participen en alcanzar acuerdos y con ellos la concordia:
El gobierno mexicano carece de una nueva estrategia para enfrentar al narcotráfico, por lo que difícilmente se verá una reducción en los índices de criminalidad en el corto plazo
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Por tal razón, México continúa en una espiral de violencia y que tiene su origen en la guerra contra el narcotráfico iniciada la pasada administración, lo que ha orillado al incremento de las fuerzas de seguridad, sin que esto se refleje positivamente en la reducción del número de crímenes que se cometen.
También refiere que la llamada guerra contra el narcotráfico creó distorsiones que hacen del país un caso atípico en Latinoamérica, pues en otros indicadores nacionales, en torno a su nivel de desarrollo y de estabilidad, se permitiría suponer que tiene las condiciones necesarias para superar la violencia.
El órgano legislativo de la Cámara de Diputados establece que la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés) reconoce que las tasas de criminalidad en las zonas de conflicto en México se triplicaron desde el comienzo de la llamada guerra contra las drogas
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A pesar de la reciente intención de las autoridades por remplazar paulatinamente las fuerzas militares por la Gendarmería, no se avizora un cambio sustantivo porque la estrategia central de seguridad es la misma; anticipa pocos avances en favor de la paz a raíz de este cambio.
Precisa que entre las barreras que enfrenta México para el logro de la paz “está el débil arreglo institucional que diluye la efectividad de la política contra el crimen.