La también bailarina de origen cubano sufrió un paro cardiaco a los 85 años de edad
Debutó en México en 1946 en la película Carita de cielo, invitada por el productor Pedro Arturo Calderón
Ganó un Ariel por Noche de carnaval
También trabajó en televisión
Viernes 2 de enero de 2015, p. 6
La actriz y bailarina Ninón Sevilla, nacida en Cuba, murió ayer a los 85 años de edad debido a un paro cardiaco. Deja un gran legado por las más de 20 películas que filmó, algunas dentro del cine de rumberas, como Pecadora (1947), Aventurera (1950) y Mulata (1954), en la época de oro del cine mexicano.
Neé Emelia Pérez Castellanos, nombre real de actriz, nació en La Habana, el 10 de noviembre de 1929.
Aunque deseaba ser monja misionera, su pasión por el baile y el mundo del espectáculo fue más fuerte.
Empezó su carrera artística en la adolescencia cuando se integró al coro de un conjunto de variedades, en el que bailaba y cantaba, y con el cual visitó un gran número de foros en su tierra natal.
La actriz llegó a México en 1946 para participar en algunas obras pequeñas, hasta que fue descubierta por el productor cinematográfico Pedro Arturo Calderón, quien embelesado con sus piernas y su erótico vestuario la hizo debutar en Carita de cielo.
Destacó por su participación en cintas como Coqueta (1948), Sensualidad (1950), Víctimas del pecado (1951), la comedia musical española Zarzuela (1959).
Críticos de la época compararon a la actriz con la alemana Marlene Dietrich por sus actuaciones en cintas como Pecadora, Aventurera y Sensualidad.
A finales de los años 50 la cubana se retiró de los escenarios y volvió en década de los años 80 para participar en largometrajes como Noche de carnaval (1981), con el cual obtuvo un Ariel a la mejor actriz del año.
Aunque su paso por el séptimo arte se considera breve, fue suficiente para que impactara al público que la adoptó como una de las máximas figuras del llamado cine de rumberas.
Sus piernas perfectas, sus movimientos desenfrenados al ritmo de la rumba cubana y la mirada expresiva fueron los elementos que la colocaron como símbolo sexual.
En su filmografía están también las películas Revancha (1948), Perdida (1949), Mujeres sacrificadas (1951), Llévame en tus brazos (1953), Club de señoritas (1955), Yambaó (1956), Maratón de baile (1957) y Mujeres de fuego (1958).
Debutó en la pantalla chica en la telenovela Juicio de almas (1964). Le siguieron La usurpadora (1998), Rosalinda (1999) y Entre el amor y el odio (2002).
Después de cuatro años de no participar en algún proyecto, en 2008 fue parte del elenco del melodrama Central de Abasto.
En 2010 la actriz fue homenajeada por la compañía teatral La Trouppe, con su espectáculo Trupefolis, que se escenificó en el teatro Hidalgo.
Dos años después, la actriz trabajó en la telenovela Qué bonito amor, en la que dio vida a doña Remedios. Compartió créditos con Danna García, Jorge Salinas y Pablo Montero.
En marzo de 2012 encabezó la lista de las actrices cubanas de la pantalla grande más famosas de todos los tiempos, entre las que también figuraban María Antonieta Pons, Rosa Carmina y Amalia Aguilar, según la revista Actual.
En 2013 la actriz decidió hacer una pausa en su carrera artística. A mediados de año recibió un homenaje de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y la Cineteca Nacional, en reconocimiento a su trayectoria e influencia en el séptimo arte.
En ese acto el periodista Luis Terán y el escritor Jaime García Estrada destacaron la trascendencia de la figura de Ninón Sevilla y sobre cómo en poco tiempo marcó una tendencia sobre un cine social que tenía como tema central a las rumberas y en muchas ocasiones a las sexoservidoras.