En 2015 se conmemorará el centenario del natalicio de uno de los intelectuales más importantes del siglo XX, Roland Barthes (1915-1980), a quien le gustaba decir tengo una enfermedad: veo el lenguaje.

Barthes nació el 12 de noviembre de 1915 en Cherburgo, Francia. Fue filósofo, escritor, ensayista y semiólogo y emergió en Francia en la posguerra, cuyos escritos todavía hoy son objeto de estudio y discusión, ya que desarrolló gran parte de su trabajo en un ambiguo espacio entre la lingüística y la literatura.

Considerado como el maestro de los signos en movimiento, Barthes diseccionó el lenguaje y lo halló lleno de sentido, fascinado con las analogías. También definió al estructuralismo como un movimiento de pensamiento y de análisis que se esfuerza por encontrar, por medio de ciertos métodos extremadamente precisos, las estructuras de los objetos sociales, de las imágenes culturales, los estereotipos, tanto en las sociedades arcaicas como en nuestras sociedades modernas técnicas.

Para el crítico literario Andreas Kurz, Barthes era hombre de la teoría, su mundo coincidía con la literatura: textos, signos, y fuera de los textos más signos. La política: un signo. La historia, la ideología, la fama: puros signos. Signos que actúan, que influyen en lo cotidiano, signos que construyen el mundo. Signos que construyen la literatura y ésta construye los signos: un círculo vicioso, un espacio herméticamente cerrado del que nadie escapa. El único mundo que con Barthes se transforma es la literatura misma, son los signos que han perdido sus significados.

De acuerdo con especialistas, los estudios de literatura actual no pueden concebirse sin Barthes. Su legado a los filósofos posmodernos, a Deleuze, a Derrida, son innegables. En su vida privada era reservado, discreto y distinto a Foucault, compañero de ruta con quien tuvo no pocas diferencias.

Sus indagaciones se apartaban de los otros estructuralistas al dar énfasis en lo cotidiano y mundano. Podría pasar hasta por frívolo. No obstante, integró su inmensa cultura para explicar fenómenos como el amor, la moda y el vino.

Roland Barthes fue uno de los representantes más importantes de la crítica estructuralista, de los fundadores de la semiología y autor de libros esenciales, como El grado cero de la escritura, que analiza la historia del lenguaje literario y explora los conceptos de la lengua; Mitologías, que critica a la pequeña burguesía y el abuso de las ideologías; Crítica y verdad, y El placer del texto, entre otros.

Exposiciones y conferencias

Desde su muerte, en 1980, la figura y la obra del crítico francés se mantienen vigentes. Con motivo del centenario de su nacimiento se realizarán diversas actividades, como conferencias, coloquios y exposiciones.

La Biblioteca Nacional de Francia organizó la exposición Las escrituras de Roland Barthes para celebrar el centenario del natalicio del filósofo, la cual se exhibirá del 5 de mayo al 26 de julio. Con la muestra, la biblioteca rinde tributo a este gran hombre de letras, que era a la vez intelectual, teórico del lenguaje y de la literatura, así como escritor.

La exposición permitirá al público conocer las escrituras de Barthes y tratar de delimitar los compromisos intelectuales (políticos, teatrales, literarios, semilógicos y mitológicos) del filósofo y ensayista. Asimismo, una sala estará dedicada exclusivamente a los Fragmentos de un discurso amoroso, con manuscritos, ficheros y textos.

En Londres, la Academia Británica realizará en octubre la conferencia Barthes interdisciplinario, en el que diversos estudiosos comentaran los escritos del filósofo francés. El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) tiene programado un homenaje al intelectual.

Con motivo del centenario del natalicio del semiólogo francés se creó el sitio roland-barthes.org, donde investigadores y lectores del gran teórico encontrarán todo lo relacionado con su obra, una revista y una bibliografía crítica, así como una agenda sobre los actos conmemorativos.