Acumular sóloporhoyes
o que a los seres humanos parece caracterizarnos es un anhelo más o menos extraviado de felicidad. Por programadas razones esa felicidad la buscamos casi siempre en personas, sitios y cosas inadecuados y en su nombre intentamos, por lo general con poca fortuna, dar y recibir amor, producir y consumir... para al poco tiempo volver a sentirnos tan insatisfechos como antes. Vivir en el ahora es prohibido por el frenesí.
No nos cansamos de estar a merced de todo y de todos, sino que tememos despertar, sacudirnos el sometimiento material y divino y entender que aquello que buscamos –felicidad, amor, belleza, lucidez, serenidad– está dentro de cada uno. La única salida es hacia dentro
, sentenció alguien. Para donde te muevas te pican
, advirtió otro. Y ni así sabemos reaccionar
, concluyó un tercero, en memorable esgrima etílica en la que se comprobó que somos más los buenos, aunque sean más ambiciosos y eficientes los malos.
Si bien pareciera que lo demencial rebasa a la cordura y el sistema mexicano se debilita con sometimientos económicos varios, delincuencia sin control, hipócrita respeto a la vida, desapariciones constantes, ineptitud institucional generalizada, partidos políticos impresentables, impuestos que no lucen, academias silenciadas, corrupción sin escarmiento e impúdicas manipulaciones mediáticas, los buenos, esa ciudadanía que además de pensante se quiere actuante en contra de tantos abusos, ha de traducir su indignación en réplicas colectivas y actitudes individuales atentas.
El arte de vivir con la conciencia de la propia muerte
es otra idea de tanatología, no para añadir más miedo a nuestra vida, sino para que esa condición de mortales nos haga ocuparnos, sólo por hoy, de aquello que realmente importa. Al sistema le interesa convencernos de que esta desquiciada realidad es la única opción posible y nos adormece con lo que apenas importa y nos beneficia menos. Quiere conformistas.
Sólo por hoy exige vivir, cada día, no amedrentados como si fuera el último, sino con la desafiante certeza de que es el único en el tiempo y espacio reales. Vivir en un ahora y aquí alerta pide una permanente atención a la que no estamos acostumbrados. Sin embargo, acumular sóloporhoyes con los ojos bien abiertos y el ánimo más dispuesto, es otra manera responsable y cotidiana de aprender a vivir y, de paso, a resistir los acosos de un sistema tan suicida como poderoso.