El Centro Multidisciplinario de Innovación Tecnológica (CMIT), en coordinación con la empresa Aldeas Chan Kaah y pequeños productores, comenzarán este año la producción de cacao calidad de exportación en Tabasco; en el proyecto se invertirán 40 millones de pesos y se generarán 400 empleos.

César Sandoval Miranda, director del CMIT, explicó que las siembras se llevarán a cabo en 300 hectáreas, en las cuales también se sembrará vainilla, canela, pimienta y se impulsará la apicultura. Buscan consolidar una cadena de valor y ampliar la red productiva en beneficio de los campesinos, que han conservado la tradición de sembrar cacao.

Expuso que se buscará la certificación de las parcelas para que los productores tengan acceso a los mercados de élite con productos de alta calidad, cuyo ingrediente principal sea el cacao. La meta es ofrecer a los consumidores nacionales y extranjeros productos innovadores que tengan cacao, como dulces, botanas, sazonadores y cosméticos, entre otros.

El CMIT también buscará firmar convenios con centros de desarrollo tecnológico del país y del extranjero, y lograr el registro de dos a tres patentes de productos anualmente. El proyecto no sólo es de carácter agrícola, tiene aspectos ecoturísticos, gastronómicos, cultural y la elaboración de productos no alimenticios.

Destacó que durante el proceso de fermentado y secado de los granos de cacao se buscará lograr diferentes acentos de aromas y acidez a fin de ingresar a los mercados del chocolate fino.

Sandoval Miranda confío en que los primeros resultados se logren en el segundo semestre del año y el proyecto se consolidará hasta 2017, año en que se tiene programado producir pasta fina de cacao para el mercado gourmet, algo que en el país nunca se ha logrado.

Refirió que sólo tres marcas globales de pasta de cacao rigen el mercado de la chocolatería fina: Barry Callebaut, Vlrhona y Belcolade –todas europeas–, las cuales compran grano de cacao y lo procesan con altos estándares de calidad.

Recordó que el negocio del chocolate se calcula en un valor de 98.3 millones de dólares en el mercado mundial y tiene un crecimiento sostenido de tres por ciento.

México puede ser actor principal en este mercado, ya que cuenta con un trópico húmedo, en el que se puede producir una variedad de frutos que actualmente no cuentan con una vinculación con la cadena productiva.