La mañana del pasado 30 de diciembre, en Tokio, Pedro Jibrán Guevara tuvo dudas sobre sus posibilidades de vencer a Akira Yaegashi. Tenía nervios de estar lejos de su natal Mazatlán y de no tener recursos para enfrentar a un adversario tan difícil como el japonés.

Sin embargo, la inseguridad se diluyó con el paso de las horas y esa noche se coronó campeón minimosca del Consejo Mundial de Boxeo. Lo consiguió con un aguijonazo al hígado de su oponente en el séptimo episodio.

Este martes recibió el cinturón que lo acredita como monarca, de manos del presidente del organismo, Mauricio Sulaimán.

Siento más confianza en mí después de haber ido hasta allá y noquear a un rival como Yaegashi, pero esa mañana sentí nervios, normales, dijo Guevara mientras presumía su cinturón.

En la mente, Jibrán se cuestionó si la preparación para la pelea sería la adecuada, si sabría cómo responder al rival, si el asiático estaría implacable. Muchas dudas alimentaron su nerviosismo antes del combate.

Fue un episodio de duda que se disipó en cuanto tomó rumbo hacia el Metropolitan Gym, donde se realizaría la función. En ese momento el mexicano había recuperado la confianza en sus cualidades de peleador y en el entrenamiento que tuvo con su equipo de trabajo.

Ya estaba convencido de que regresaría como campeón del mundo, tenía plena seguridad. Hay que trabajar sobre esto en uno mismo, porque eso te puede traicionar, los nervios siempre existirán, señaló Guevara.

Cuando conectó el gancho al hígado que doblegó a Yaegashi, Jibrán estalló en un festejo, emotivo e intenso. Había destapado todos los sentimientos contenidos y los momentos de incertidumbre.

El pugilista Pedro Guevara dijo que atenderá la responsabilidad del campeonato, pero ya tiene planes para ejercer su profesión de abogadoFoto cortesía CMB

Tiene su mérito ir hasta Japón y noquear a un peleador como Yaegashi. Para la próxima debo estar más tranquilo, ya me demostré que sí puedo, precisó.

El titular del CMB, Mauricio Sulaimán, puso de ejemplo de tesón al nuevo campeón y recordó que peleadores de mayor fama, como Julio César Chávez y Saúl Canelo Álvarez, deberían imitar esta actitud.

“Demuestra que hay otros pugilistas con calidad en México y no se depende de la actividad de Chávez Jr ni del Canelo para cosechar triunfos”, dijo el dirigente.

Guevara es el resultado de un modelo de preparación con la Universidad Autónoma de Sinaloa y demostró que tiene éxito; por eso hemos hecho un convenio para tratar de repetir su historia a partir de gimnasios universitarios, agregó Sulaiman.

Aunque la preparación para este combate fue muy exigente, Guevara tiene planes de ejercer su profesión de abogado. Egresado de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en cuyas instalaciones también se formó como boxeador, dijo que quiere ser un deportista versátil.

Ya quiero empezar a trabajar en mi carrera, no de tiempo completo, pues tengo la responsabilidad del campeonato, pero no quiero empolvarme.

Pedro Guevara, con su aspecto de alumno destacado, no parece inseguro. De hecho, sin hacer desafíos innecesarios, advierte que ahora es el rival a vencer.