En Atizapán de Zaragoza abandonan los cuerpos decapitados de cuatro hombres
Miércoles 14 de enero de 2015, p. 6
Por lo menos ocho muertos y un herido es el saldo que dejaron distintos actos violentos ocurridos en cuatro municipios del estado de México, entre la noche del lunes y ayer martes, reportaron autoridades policiacas de esa entidad.
Los cuerpos de cuatro hombres decapitados y con indicios de tortura fueron abandonados ayer por la madrugada en la colonia San Miguel Xochimanga, de Atizapán de Zaragoza. Los criminales dejaron en el sitio una cartulina con un mensaje y al cierre de la edición las víctimas no habían sido identificadas.
En Cuautitlán Izcalli, dos guardias privados murieron y una mujer resultó herida la noche del lunes por personas armadas que se dieron a la fuga cuando intentaron ingresar al fraccionamiento Hacienda del Parque. El reporte policiaco indica que los guardias les impidieron el paso y en respuesta fueron agredidos a balazos cuando se encontraban dentro de la caseta de vigilancia.
Un agente de la comisaría de Naucalpan fue asesinado en el municipio de Ecatepec alrededor de las nueve de la noche del lunes. Según las primeras indagatorias, el oficial se opuso al robo de su auto en una gasolinera de la colonia Las Vegas Xalostoc, cuando varios sujetos le dispararon en al menos seis ocasiones.
En Naucalpan, un hombre fue ejecutado de un disparo en la cabeza y su cuerpo fue localizado en un Jetta, con placas MAV8738 del estado de México, color blanco en la calle Golondrina de la colonia popular San Lorenzo Totolinga.
En La Paz, Baja California Sur, se registró un tiroteo en la colonia Puesta del Sol, donde fueron encontrados restos humanos en una hielera; mientras que al mediodía en la colonia Loma Obrera fue ejecutada otra persona, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado. Con estos homicidios, suman más de 50 los asesinatos en esta ciudad desde el pasado 31 de julio.
La Fiscalía General de Jalisco informó de la detención del presunto autor intelectual del asesinato ocurrido hace casi cinco años del comandante de la policía de Guadalajara, Alexander Cervantes Selena. El inculpado, Ladislao Márquez Luévanos, reconoció que mandó matar al uniformado por haber cerrado varias narcotienditas en Guadalajara.