Obras realizadas por artistas del siglo XVI al XXI
Es una revisión historiográfica de los procesos creativos en la historia del arte del país
, apunta Abraham Villavicencio, curador
Domingo 18 de enero de 2015, p. 5
El vigor, las tensiones, búsquedas, senderos y mixturas de la pintura mexicana hasta mediados del siglo pasado se reúnen en la exposición ¡Puro mexicano!, con la que el Museo Nacional de Arte (Munal) revalora su colección.
Se trata de un atisbo de panorámica de lo que pretendemos hacer a lo largo de dos años con las colecciones permanentes; tanto la museografía como el guión museológico obedecen a nuevas líneas de investigación y de propuestas visuales
, dijo el curador Abraham Villavicencio a La Jornada.
La muestra reúne unos 180 objetos procedentes de la bodega del Munal y de colecciones particulares. Más de 50 por ciento de las obras no había sido exhibidas en mucho tiempo. La mayoría fue realizada en México por artistas desde el siglo XVI hasta el XXI.
Agrega Villavicencio: “Es una exposición panorámica, una revisión historiográfica de los procesos creativos en la historia del arte mexicano. Responde a las tres etapas clásicas que la historiografía da al devenir artístico en México: la Nueva España, el siglo XIX y el XX.
Principalmente, la exposición está formada por obras pictóricas, sin embargo, hay algunas piezas de platería, mosaicos plumarios, esculturas y dos obras de arte contemporáneo. En su gran mayoría es un exposición integrada por obra del propio museo: 70 por ciento; 30 son obras de coleccionistas particulares y algunas piezas que otros recintos nos han prestado, como el Franz Mayer.
Hay tres apartados en este conjunto de obras –explica Villavicencio. El primero, Nueva España, con los núcleos de manierismo, es el uso de la penumbra y del color en el siglo XVII y la gestación de las academias de arte; además, la pintura histórica de la época novohispana y la ilustración devocional.
En este apartado destacan Andrés de Concha y Baltasar de Echave Orio, pintor y lingüista del País Vasco. Ambos representan los dos ejes que articulan la pintura novohispana. Concha como pintor de tradición andaluza muy cercano a los cánones del renacimiento italiano y De Echave Oreo mucho más afín a la influencia de la pintura flamenca en la península ibérica
.
Ejemplo de la mixtura cultural de la época son una escultura de San Miguel Arcángel, del siglo XVI, de pasta de caña de maíz, con fuerte influencia manierista y la tradición de técnicas indígenas
, y “una sacra plumaria, un pequeño dispositivo visual que se utilizaba en el siglo XVI en las mesas de altar, cubierta con plumas de ave.
“En el siglo XIX hacemos uso de los motivos mitológicos para narrar de qué manera el arte de las academias reconstruye retóricas y temas narrativos que desde Roma se mantienen presentes hasta el arte moderno. Nos servimos primero de las formas clásicas y la relaboración para los proyectos del México independiente, después el motivo de la diosa Venus y el del dios Dioniosio.
“Tenemos un diálogo de distintas obras en que a partir de esa composición venusina se exalta el desnudo femenino. La obra estelar es el Desnudo barroco, de Germán Gedovius. También destaca Cazadora de los Andes, de Felipe Gutiérrez, el primer desnudo reconocido en México. En lo tocante al dios griego del vino, se halla el cuadro Los borrachos, de Antonio Fabrés, uno de los tesoros ocultos del Munal
.
Villavicencio describe como espacios del apartado del siglo XX, los dedicados a Gerardo Murillo Dr. Átl, donde damos cuenta de sus investigaciones científicas para la creación poética; es un núcleo donde la energía telúrica y geotérmica está presente”.
Destaca la exhibición de un cuadro que fue hallado en el reverso del conocido Erupción del Paricutín, que se muestra por primera vez. Tiene unas cualidades completamente distintas al otro, porque es un volcán prácticamente explosivo y se está destruyendo a sí mismo
. Se pueden admirar ambas creaciones pictóricas, pero se respeta el sentido vertical de la menos conocida.
Le siguen Sigue David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, secciones interrumpidas por sendas salas dedicadas al realismo objetual en la fotografía
y el dedicado al dolor revolucionario, donde damos cuenta de otros artistas contemporáneos a ellos quienes ofrecen sus perspectivas de la lucha social y de la Revolución Mexicana pero desde la emotividad
.
La muestra ¡Puro mexicano! se exhibirá hasta el 27 de enero de 2015 en el Munal (calle Tacuba 8, Centro Histórico).