Ayer cerró la muestra con más de 300 mil visitantes, desde su apertura, el 26 de septiembre
El universo personal y artístico de Yayoi Kusama continuará su itinerancia en Santiago de Chile
Lunes 19 de enero de 2015, p. a11
El mundo de la artista japonesa Yayoi Kusama (Matsumoto, 1929), ese de repeticiones infinitas de falos blancos con puntos rojo, de luces brillantes y de cientos de pequeños lunares de colores que se multiplican en la penumbra de una estancia, atrajo a más de 300 mil personas al Museo Tamayo Arte Contemporáneo entre el 26 de septiembre y el 18 de enero.
Por seguridad, el museo permitió sólo el acceso a grupos de 130 personas cada media hora desde que se inauguró la exposición Obsesión infinita, hasta que finalizó con un maratón de 36 horas este fin de semana.
Este domingo se distribuyeron 3 mil 120 boletos, que se terminaron a las 11 horas. Se estima que el último visitante ingresó al recinto a la medianoche. Se trata de la muestra más visitada en la historia del Museo Tamayo.
Filas interminables todos los días, boletos agotados en las primeras horas, rostros de cansancio por la espera y también de tristeza cuando se escuchaba el grito ¡ya no hay acceso al museo!
; cientos de selfies con la obra de luces y puntos en las redes sociales, y la euforia por ver el trabajo de la artista que plasmó sus trastornos en el arte, fue el saldo de Obsesión infinita.
La exitosa exposición, que se presentará próximamente en Chile, incluyó más de 100 obras creadas entre 1950 y 2013 como pinturas, trabajos en papel, esculturas, videos, slideshows e instalaciones de la artista más conocida de Japón, a quien incluso Andy Warhol reconoció como una influencia.
Entre las piezas más representativas de la artista japonesa de 85 años figuraron: Infinity Nets, Kusama Self-Obliteration; videos con sus happenings en Nueva York, como Flower Orgy, además de las famosas instalaciones de puntos flourescentes I’m here but nothing o Infinity Mirror Room, cuarto lleno de espejos y luces multicolor.
Curada por Philip Larratt-Smith y Frances Morris, la muestra presentó la trayectoria de Kusama, que va desde el ámbito privado a la esfera pública, desde la pintura al performance, del estudio a la calle.
Yayoimanía
La primera retrospectiva de Kusama causó furor entre los mexicanos. Los visitantes –en su mayoría jóvenes de 15 a 25 años– atraídos por su arte y por la personalidad extravagante de la artista, que se muestra a sí misma como parte de sus experimentos visuales, abarrotaron las salas del museo, generando una especie de yayoimanía, pues recorrían el recinto con lunares de colores en su rostro y vestimenta.
Cecilia Rodríguez, de 19 años, acudió al Museo Tamayo en compañía de su familia, luego de convencerla de que no se podían perder esa exposición. Su interés por la Kusama
surgió cuando se anunció la inauguración, en septiembre: Llamó mi atención la vida de la artista. Leí que se interno en un siquiátrico y todas sus obras están asociadas con puntos; eso me parece muy padre. Desde septiembre, insistí a mis padres que me acompañaran y fue hasta este último fin de semana que los convencí
.
Durante el maratón de 36 horas que realizó el museo de Paseo de la Reforma, Andrea Valeria, de 16 años, fue de las afortunadas que obtuvo uno de los boletos para ver la obra de Yayoi, a quien admira por cómo transformó todo lo que veía en arte. Me gusta todo lo que pinta para no suicidarse
, agregó la joven.
En familia, en grupos, en pareja y de manera solitaria, los seguidores de Kusama tuvieron este domingo la última oportunidad de conocer la obra de la artista, que convirtió sus alucinaciones en un arte basado en la repetición, acumulaciones obsesivas e inquietantes.
Desde Texcoco, el joven Octavio Gómez Taboada asistió a la exposición motivado por ver las técnicas que la artista japonesa utiliza en sus óleos. Llegó a las 5:30 horas y, afortunadamente, compró un boleto para entrar a las 18:30 horas.
A propósito de las obras de lunares de colores, el chico expresó que le pareció muy interesante la forma de pintar capa sobre capa, porque se pueden admirar desde diversos ángulos y obtener una visión distinta. Sin embargo, la instalación de luces de colores, fue lo que más le fascinó.
A unas horas de que concluyera Obsesión infinita, los visitantes acamparon desde la noche anterior para obtener uno de los 3 mil boletos que se repartieron para la clausura. Algunos no sabían a qué iban, pero en solidaridad con los amigos o la novia, soportaron el frío y las horas en vela.
La exposición itinerante sobre el universo de Kusama continuará su recorrido en Santiago de Chile, donde se exhibirá del 7 de marzo al 7 de julio.