La mayor preparación no garantiza acceder al mercado laboral
Lunes 19 de enero de 2015, p. 3
A pesar que en la década pasada el promedio de personas de 25 a 34 años que no han concluido su bachillerato disminuyó 8 por ciento entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se ubica entre las cinco naciones con el mayor porcentaje de alumnos con baja calificación, pues 52 por ciento no han logrado concluir su formación media superior.
A ello se suma que el país se mantiene en el grupo de cinco naciones con el mayor número de jóvenes que no estudian ni trabajan (los llamados ninis).
De acuerdo con el Reporte intermedio del panorama educativo elaborado por el organismo, de 2000 a 2013 el porcentaje de la población de 25 a 64 años que sólo cuenta con estudios de bachillerato se redujo en 11 por ciento, y se incrementó en 10 por ciento quienes logran concluir su formación universitaria.
Sin embargo, esto no se vio reflejado en el mercado laboral, pues el desempleo aumentó de 2 a 4 puntos porcentuales en todos los niveles educativos en la pasada década, pese a que el ‘‘stock de capital humano calificado creció año con año y alcanzó nuevos máximos anualmente’’.
Además, señala, las personas de 25 a 34 años con estudios universitarios enfrentan tasas de desempleo más altas, en comparación con los adultos de 55 a 64 años con el mismo nivel educativo, con una diferencia de 7.7 y 4.2 por ciento, respectivamente.
En México, afirma la OCDE, las tasas de desempleo aumentan conforme se incrementa el nivel educativo. Es decir, la posibilidad de encontrarse fuera del mercado laboral es más alta para quienes concluyeron sus estudios universitarios que para aquellos que no lograron cursar el bachillerato, pues entre los primeros la tasa de desempleo es de 7.9 por ciento en el rango de edad de 25 a 34 años.
Los datos recabados en las 34 naciones miembros y en 11 países asociados revelan que cuatro de cada cinco jóvenes han concluido su bachillerato; es decir, sólo 20 por ciento se ubican por debajo de este nivel formativo y con calificaciones bajas, mientras 40 por ciento de quienes tienen entre 25 y 34 años han concluido sus estudios universitarios. Sin embargo, este incremento no ha impedido que el desempleo afecte con mayor fuerza a los más jóvenes, quienes enfrentan las tasas más elevadas por rango de edad.
Si se considera no sólo el nivel educativo, sino el género, el organismo revela que las mujeres de 25 a 34 años con bachillerato enfrentan tasas de empleo menores a las de los varones, con 66 y 80 por ciento, respectivamente. Agrega que a menor escolaridad, mayor es la brecha entre hombres y mujeres en su acceso al mercado de trabajo. No obstante, enfatiza que la tasa de empleo de mujeres universitarias es ‘‘considerablemente más baja’’.