Mediante reactores fotoquímicos y fotocatalizadores acaba con contaminantes
Genera especies químicas llamadas radicales hidroxilo, que oxidan el material orgánico para limpiar el líquido residual y el potable, explican los investigadores universitarios
Jueves 22 de enero de 2015, p. 2
Con aplicaciones correctas, la energía solar puede ser un elemento que apoye la limpieza de aguas que han sido contaminadas por diferentes sustancias que en ocasiones se encuentran diluidas en cuerpos acuíferos como ríos, pozos e incluso instalaciones potables.
Investigadores del Instituto de Ingeniería (II) de la Universdad Nacional Autónoma de México desarrollaron un proceso –del que participan alumnos de lincenciatura y posgrado– basado en el uso de reactores fotoquímicos y fotocatalizadores para limpiar el líquido de distintos contaminantes, orgánicos y químicos.
Julio César Morales Mejía, de la Coordinación Mecánica y Energía del II, detalló que diversos reportes han mostrado que en el agua, incluso en la potable, hay materiales orgánicos como triclosán, resorcinol, edulcorantes y fármacos, como naproxeno e ibuprofeno, que pueden perjudicar la salud de los seres vivos.
Los universitarios trabajan en la planta solar del II, localizada junto al Jardín Botánico exterior, donde desarrollan procesos de tratamiento y reactores fotoquímicos.
Para contrarrestar la contaminación, el equipo de investigación emplea la fotocatálisis heterogénea solar, mediante materiales denominados fotocatalizadores (óxidos y sulfuros).
En este proceso, a través del cual la energía ultravioleta activa el fotocatalizador, que –a su vez– genera especies químicas altamente reactivas llamadas radicales hidroxilo; éstos oxidan los contaminantes orgánicos y así se limpia el agua residual, como la potable.
Morales Mejía explicó que básicamente trabajan con dióxido de titanio (Ti02) como fotocatalizador, semiconductor activado con fotones ultravioleta, que pueden provenir de la radiación solar. Entre las ventajas están su alta estabilidad química, el bajo costo y la aceptable inocuidad para los seres vivos, en especial si se utiliza como partículas micrométricas o como películas depositadas sobre materiales que pueden ser tezontle, esferas de vidrio, tubos y vidrios planos, entre otros.
Al trabajar con el catalizador inmovilizado han podido oxidar compuestos como triclosán (presente en algunos desinfectantes de manos, pastas dentales y champús), fármacos y compuestos light, entre otros contaminantes de preocupación emergente
, cuya cantidad en los cuerpos acuíferos va en aumento.
El universitario explicó que la descontaminación del agua mediante radiación solar podría ser aplicable de forma casera, en el ámbito industrial o en el comercial. En depósitos potabilizados, por ejemplo, se colocaría un sistema contiguo al tinaco, un pequeño reactor fotocatalítico que brindará un tratamiento extra al líquido.
Así se mejoraría la calidad del líquido tornándolo de consumo humano, pues se eliminarían remanentes diluidos y contaminantes que muchas veces escapan a la potabilización.
En la planta desarrollada por los universitarios hay reactores pequeños que tratan de uno a dos litros; los más grandes manejan entre 20 y 100 litros en cada ciclo. Trabajan, además, en un mecanismo que brinde el funcionamiento de un reactor fotocatalítico energéticamente autónomo, para evitar el uso de fluido eléctrico de fuentes convencionales durante su operación; con ello, se tendría un proceso ecológicamente amigable.