La muestra Revelación de un tiempo sin fin, en el recinto parisino, terminará el 8 de febrero
Sábado 24 de enero de 2015, p. 4
París.
Algo de lo más representativo de la cultura maya acapara gran parte del interés de los que visitan por estos días el Museo del muelle Branly, un destacado recinto etnológico francés.
Atraídas o intrigadas llegan cada jornada decenas de personas para disfrutar de la exposición Mayas: revelación de un tiempo sin fin.
Resulta lejana de nuestra cultura, pero tiene enormes atractivos
, coinciden en señalar espectadores entrevistados, quienes reconocen el encanto de una de las civilizaciones más antiguas y espectaculares de América Central.
Esa exposición permite apreciar el legado de los mayas a la humanidad. Siguiendo un orden temático –la relación con la naturaleza, el poder de las ciudades, los ritos funerarios– presenta distintos aspectos de esa cultura, así como de su genio creativo, explican los organizadores.
Al mismo tiempo intenta ofrecer un panorama general y mostrar la variedad de estilos y logros estéticos de los diferentes grupos mayas, cada uno con su propio idioma y expresividad.
Ellos dejaron para la posteridad docenas de ciudades que revelan una arquitectura sorprendente, una escultura de gran perfección técnica, numerosos frescos, construcciones, jarras de cerámica y un registro detallado de sus creencias religiosas, sus rituales, su vida en comunidad, costumbres y de su historia.
La exposición Mayas: revelación de un tiempo sin fin, se presentó de noviembre de 2013 a abril de 2014 en el Palacio Nacional de la capital mexicana.
Fue creada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y en la capital francesa concluirá el 8 de febrero.