Chilpancingo, Gro.

Con sendas caravanas, los dos grupos en que se dividió la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg) celebraron por separado el primer año de la conformación de sus policías ciudadanas en unos 10 pueblos del municipio de Chilpancingo.

En lo único que coincidieron las dos manifestaciones fue en demandar la presentación con vida de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre. Ambos grupos portaban mantas con esa exigencia.

Un primer contingente de unas 500 personas, 100 de ellas armadas con escopetas y machetes, encabezado por Bruno Plácido Valerio, promotor del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana y líder de la Upoeg, marchó por la carretera federal México-Acapulco, desde la comunidad de Mojoneras al poblado de Cajeles, donde efectuaron un foro para evaluar las acciones realizadas a un año de su llegada a estas 10 comunidades, agrupadas en el valle del Ocotito.

Casi al mismo tiempo, otro contingente de unas mil personas, encabezado por el ex líder magisterial Silvestre Plancarte Mondragón, salió del poblado de Mazatlán en más de 40 camionetas y vehículos compactos y se concentró en el Ocotito.

La caravana de Plancarte Mondragón recorrió también la carretera federal México-Acapulco y al pasar por Cajeles –donde se desarrollaban las actividades de la Upoeg, que encabeza Placido Valerio– ambos grupos, con sus hombres armados, se saludaron.

Hasta el Ocotito llegó el ex dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Eliseo Villar Castillo, desconocido por las comunidades de la Costa Chica y Montaña por sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada.

En marzo pasado comenzó la división de la Upoeg, luego que los seguidores de Plancarte Mondragón acusaron a los líderes de esta organización, fundada por Bruno Plácido, de cometer irregularidades en la administración de bienes, vehículos y armamento, decomisado por policías ciudadanos en diversos momentos a los grupos de la delincuencia organizada.

Estos dos grupos de autodefensa operan en los poblados Mazatlán, Palo Blanco, Cajeles, Cajelitos, Buenavista de la Salud, Ocotito, Mohoneras, Carrizal de la Vía, Dos Caminos y La Haciendita.

Entrevistado durante la marcha, Plácido Valerio afirmó que a un año de que opera este sistema de seguridad y justicia, en el Valle del Ocotito se respira tranquilidad en estos pueblos, pero también se necesita seguir discutiendo en los pueblos la reconstrucción del tejido social y eso no es fácil porque significa reparar los errores y los conflictos internos de los ciudadanos, los conflictos de grupo y también los territoriales.

Lo más importante, consideró, es que ha bajado el índice delictivo ahora sólo esperamos que 2015 sea un año de consolidación de los principios de la Upoeg y que ya no nos dediquemos solamente a combatir la inseguridad, sino buscar el desarrollo y construir el tejido social.

Se logró despertar la conciencia social en los pueblos del Valle de El Ocotito, expresó, pero ahora se necesita reorientarla. Sí ha habido errores debido a que hay gente que sigue pensando que va a resolver las cosas o tomar decisiones por grupo, y los principios de la Upoeg dicen que las decisiones y los acuerdos se toman en las asambleas de los pueblos.