Con una exhibición de 29 largometrajes, 20 cortometrajes; 26 funciones con presencia de 66 talentosos miembros del celuloide, 302 invitados especiales, así como un total de seis millones de pesos para premiaciones, llegó a su fin la primera edición del Festival Internacional de Cine de Mérida y Yucatán (FICMY).

En una ceremonia realizada en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, sede principal del FICMY, Karla Paola Medina Contreras, directora del festival, entregó diversas constancias de participación.

Medina Contreras destacó que “en este tiempo en donde hay tanto dolor en diferentes lugares del mundo, pido que cada día la situaciones mejoren, que se sigan uniendo esfuerzos para exigir nuestros derecho como mexicanos y personas. Nosotros desde Yucatán nos unimos al grito de dolor que consterna a todas la familias mexicanas y en un espacio de reflexión sobre tantos acontecimientos espero que ca-da uno aportemos con un granito de arena para hacer del maña- na un mejor espacio de vida. El FICMY ha pensado en eso en sus diversas plataformas, como la de In Lak’ech, que en español significa yo soy otro tú, que incluyó proyectos sobre los valores y las tradiciones culturales de los pueblos en el mundo para la conservación de los mismos”.

Además de apoyar la exhibición de cine nacional, el jurado premió como mejor largometraje de ficción a Cuatro lunas, de Sergio Tovar Velarde, por darnos un retrato honesto y profundo sobre el amor.

El mejor largometraje documental fue para Café: cantos de humo, de Hatuey Viveros, ya que su abordaje cotidiano revela a los verdaderos héroes; se alzó como mejor director Gabriela Ruvalcaba por La danza del Hipocampo, pues su lenguaje arriesgado inspira a una reflexión profunda sobre lo relevante de la vida.

El premio especial del Jurado Nuevos Talentos fue para Navajazo, de Ricardo Silva, por ser un ensayo que a través de la dualidad de sus personajes trasciende las fronteras de su género, mientras que en esta misma categoría la mención honorífica se la llevó Asteroide, de Marcelo Tobar.

Dentro de la Sección Internacional, la película Güeros, de Alonso Ruizpalacios, resultó absoluta vencedora en esta edición por la exploración de lo urbano a través de un viaje al pasado lleno de frescura y vitalidad, que además transforma la evocación a la Nueva Ola Francesa en un estilo propio y promisorio, explicó el jurado.

El premio a mejor opera prima extranjera fue para Obra, de Gregorio Graziosi.

Por otro lado, Jimmy Goldblum y Adam Weber fueron reconocidos en la categoría de mejor director internacional por la película Mañana desaparecemos.

Mención honorífica

El largometraje El incidente, de Isaac Ezban, obtuvo mención honorífica. El mejor cortometraje internacional, por su sobresaliente narrativa, su sólida ejecución y dirección actoral al abordar la crítica situación que vive la juventud mexicana fue Nunca regreses, de José Leonardo Díaz Vega, mientras que Hotel, de Martín Edralin se llevó la mención honorífica de dicha categoría.

Finalmente, Medina Contreras agradeció el apoyo de los 83 patrocinadores con los que contó el FICMY, así como a las autoridades de los tres niveles de gobierno.