Hoy, reunión a puerta cerrada en Washington con Biden
Lunes 26 de enero de 2015, p. 23
Miami.
La adicción de una década al petróleo subsidiado de Venezuela podría estar llegando a su fin para varios países del Caribe, con un empujoncito de Estados Unidos. El temor de que la caída en los precios del crudo pueda trastocar la ya endeble economía petrolera de Venezuela ha generado un evidente interés en la búsqueda de alternativas a Petrocaribe, un programa comercial creado por el fallecido presidente Hugo Chávez, el cual ha hecho que la región dependa de la nación sudamericana para el suministro de energéticos.
La evidencia de ese interés se hará visible el lunes, cuando los líderes de las naciones caribeñas lleguen a Washington para la primera Cumbre de Seguridad Energética del Caribe, cuyo anfitrión será el vicepresidente estadunidense Joe Biden. El encuentro ha estado preparándose desde hace meses, pero con la reciente caída del petróleo a menos de 50 dólares por barril ha surgido una sensación de urgencia debido a la cada vez más precaria situación de Venezuela.
La situación económica de Venezuela se ha deteriorado y ha aumentado el riesgo para estas naciones
, explicó David Goldwyn, consultor de energía y ex enviado especial del Departamento de Estado, que se ha involucrado en la organización de la cumbre.
Se prevé que todos los países de la región, excepto Cuba, participen en las negociaciones a puerta cerrada con Biden y otros funcionarios de Estados Unidos, así como con representantes de la Unión Europea, la ONU y agencias crediticias internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
La meta será explorar vías para ayudar a las naciones caribeñas a convertir plantas termoeléctricas para que usen gas natural e incrementar el uso de otras fuentes alternativas de energía. Tales medidas podrían reducir la dependencia casi total de esos países del petróleo, lo que ha encarecido la energía para la región e impulsó la apertura hacia Venezuela en primer lugar.
En términos prácticos, la cumbre tiene como fin ofrecer asistencia técnica, ayudar a obtener financiamiento y dar asesoría sobre cambios normativos que puedan atraer inversiones, mencionó un funcionario de la oficina del vicepresidente.
La palabra Venezuela
podría no ser mencionada siquiera, pero estará en la mente de todos. Están en una situación en la que Petrocaribe no es tan buen trato como solía ser
, añadió el funcionario.
Por el momento no hay indicios de que Venezuela vaya a cancelar sus tratos con Petrocaribe. Hace unos días, el presidente Nicolás Maduro elogió el programa y agregó que era garantía de paz, estabilidad, de beneficio mutuo, de desarrollo compartido, de comercio justo compartido de todo el Caribe
.
Aun así, un prolongado colapso de los precios del petróleo podría hundir a una economía que ya se encuentra en recesión profunda, u obligar a Caracas a comprometer sus exportaciones a China para cumplir con sus obligaciones de deuda.
Los gobiernos caribeños comenzaron a inscribirse a Petrocaribe en 2005, cuando el alto costo del petróleo elevó los precios de la gasolina. Venezuela, que creó el programa como parte de un esfuerzo para contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región, provee petróleo y productos refinados, como diésel, a precios de mercado, pero los participantes del programa sólo pagan una pequeña porción del costo, y el resto es financiado mediante generosos acuerdos de deuda a largo plazo.