En el primer día de audiencias de juicios orales, los tres imputados obtuvieron su libertad bajo fianza con el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, pese a que en uno de los casos se trató de un homicidio, mientras en los otros dos fueron acusaciones por robos agravados, pero se reclasificaron a hurtos simples.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, atestiguó la primera audiencia oral que se realizó ayer en la ciudad de México.

Al salir de la sala, en la que permaneció aproximadamente 30 minutos, el mandatario capitalino afirmó que este es un procedimiento mucho más garantista, porque permite a todos los involucrados expresar sus argumentos.

Acabamos de ser testigos de una resolución, que es la calificación legal de la detención; fue una exposición directa del Ministerio Público, acotó.

Remarcó que la dinámica que se sigue en estos juicios es diametralmente opuesta a la que se seguía en el esquema tradicional. Es un procedimiento que además se avizora mucho más ágil, por los propios términos y naturaleza de su desarrollo.

Los jueces de control judicial Nelly Ivonne Cortés Silva y Jorge Martínez Arreguín escucharon a cada una de las partes, donde también tuvieron la oportunidad de hablar los acusados. La primera determinó la legal detención de Francisco Javier Gutiérrez Aguilar, acusado de homicidio culposo agravado, y fijó medidas cautelares.

La defensa solicitó la duplicidad de término constitucional para determinar la vinculación a proceso y, luego de exhibir una garantía económica de 334 mil pesos, el imputado obtuvo la libertad caucional. La siguiente audiencia se fijó para el próximo viernes.

En el procedimiento inicial, realizado en la sala siete, estuvieron, además del jefe de Gobierno, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Édgar Elías Azar, y el titular de la Procuraduría General de Justicia, Rodolfo Ríos Garza.

En la sala tres, el juez Jorge Martínez Arreguín resolvió la competencia que declinó la juez 48 penal Emma Aurora Campos Burgos, y declaró procedente el auto, determinó medidas cautelares y ordenó la inmediata libertad de Manuel Alejandro Madín Sánchez.

Éste, que llevaba tres días en el Reclusorio Oriente, al término de la audiencia incrédulo preguntó al juez: ¿Ya me puedo ir? Y salió caminando.