La conclusión ofrecida ayer por la Procuraduría General de la República (PGR) de que los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron asesinados e incinerados por miembros del crimen organizado generó opiniones contrapuestas entre políticos de diferentes partidos. Integrantes del PRD y Morena señalaron que se intenta dar carpetazo al caso, mientras priístas y panistas respaldaron el informe del procurador Jesús Murillo Karam.

El senador Omar Fayad (PRI) sostuvo que las conclusiones de la PGR deben dejar satisfecha a la sociedad, no así a los padres de las víctimas, que albergarán siempre la esperanza de encontrar con vida a sus hijos. Demandó que quienes no apoyen esa versión presenten la más mínima prueba real que pudiera hacer pensar que hay otra hipótesis.

El senador panista Roberto Gil manifestó que la función del procurador es construir las pruebas, las investigaciones y generar la hipótesis del caso y presentarlas ante un juez, por lo que confió en que la PGR haya recolectado evidencias contundentes.

El senador Alejandro Encinas sostuvo que faltan muchos elementos por aclarar. No puede darse por cerrado el caso y no basta con llegar a una conclusión de carácter jurídico, sino al convencimiento tanto de los familiares de las víctimas como de la sociedad en su conjunto.

Dolores Padierna, vicecoordinadora de los senadores perredistas, advirtió que la hipótesis del procurador es insostenible, parcial e insuficiente.

En la Cámara de Diputados Miguel Alonso Raya (PRD) consideró que el gobierno federal, a través de la PGR, niega la participación del Ejército en la agresión y desaparición contra los normalistas.

Roxana Luna (PRD) calificó la conferencia de Murillo Karam de decisión atropellada, porque el gobierno trató de justificarse ante la presión creciente de la sociedad. Pretenden quedar bien, no dicen nada y se fundamentan en la declaración de un delincuente. No hay garantía de que esa declaración sea de fiar.

Martí Batres, presidente nacional de Morena, señaló que la conclusión de la PGR es muestra del cinismo descarado, porque no hay pruebas suficientes para llegar a la misma.