Beirut.

Dos militares israelíes y un casco azul español muertos, además de varios heridos, fue el saldo de un ataque con misiles de la milicia libanesa Hezbolá contra un convoy del ejército de Israel cerca del pueblo de Ghajar, en la frontera con Líbano, y la posterior reacción de Tel Aviv con fuego aéreo y de artillería contra posiciones del movimiento chiíta.

Hezbolá dijo en un comunicado que sus combatientes destruyeron vehículos israelíes que transportaban soldados y empleados del Estado causando bajas en las filas enemigas; aseguró que el ataque con cohetes fue obra del grupo mártires heroicos de Quneitra.

Al atribuir la ofensiva a esa agrupación, Hezbolá aludía al ataque aéreo llevado a cabo el 18 de enero pasado por Israel contra esa localidad, ubicada en los Altos del Golán, en el que murieron seis combatientes y un general iraní.

Tel Aviv dio cuenta de dos muertos por un proyectil antitanque que impactó contra un vehículo militar en Ghajar, localidad que Israel se anexó en 1981, y respondió con al menos 50 rondas de artillería hacia posiciones de la milicia chiíta en los montes Dov y Hermon.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que el ejército está dispuesto a actuar con fuerza, y convocó a una reunión de urgencia con el ministro de Defensa, Moshe Yaalon, y responsables de la seguridad.

España pidió a la Fuerza Interina de la Organización de Naciones Unidas en Líbano, encargada de vigilar la frontera israelí-libanesa, una investigación inmediata, exhaustiva y completa sobre la muerte del soldado español, mientras el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) convocó a una sesión de urgencia.

Estados Unidos expresó su apoyo a Israel y condenó el ataque de Hezbolá. Apoyamos el legítimo derecho de Israel de autodefensa y también condenamos el acto de violencia y estaremos monitoreando la situación muy de cerca, señaló Jennifer Psaki, portavoz del Departamento de Estado.

La funcionaria apremió a ambas partes a respetar la frontera entre Líbano e Israel denominada línea azul determinada por la ONU en junio de 2000.

En tanto, unos 200 personas intentaron entrar a las instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en la ciudad de Gaza, un día después de que suspendió la entrega fondos para la reconstrucción en ese territorio palestino gravemente afectado por la última guerra con Israel.