La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) no sólo habría comprado globos en 212 pesos cada uno, vasos de plástico en 16 pesos por unidad y paliacates en 21 pesos, sino también programó en 2013 la compra de 85 mil playeras e igual número de gorras para tan sólo 9 mil 79 brigadistas de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Este tipo de productos no responde a las necesidades de la estrategia, es lamentable que a pesar de que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presenta estas irregularidades, ni el Poder Legislativo ni el gobierno adoptan medidas para sancionarlas, señaló Óscar Arredondo, investigador de políticas públicas de Fundar.

También Paola Contreras, del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, se refirió al tema y explicó que en un análisis que hizo del informe de la cuenta pública 2013 de la ASF se encontraron casos como el de las playeras para los brigadistas, ya que se reporta una cantidad que rebasa con creces el número registrado en 2013, de acuerdo con una respuesta de la Sedesol a una solicitud de información por conducto del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos. A las playeras y gorras se destinaron 14 millones de pesos ese año.

En el citado informe, la ASF reportó que la Sedesol, mediante un convenio con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, destinó 396 millones 838 mil 400 pesos para la compra –a empresas inexistentes– de 31 millones 192 mil artículos, como tortilleros, sticker autoadherible, pines y plumas.

Al vocero del gobierno federal, Eduardo Sánchez, se le preguntó en una conferencia sobre el río Atoyac acerca de las irregularidades detectadas por la ASF en la cuenta pública y respondió que serán atendidas en estricto acatamiento a lo que la ley establece.

Paola Contreras se refirió en entrevista a que los objetos que se adquirieron no se dirigen a conseguir los objetivos de la Cruzada –que son atacar el hambre y la desnutrición– y llama la atención que el informe tiene un cambio de formato, ahora se enfocó en programas sociales, uno de los espacios donde más se han encontrado inconsistencias. Agregó que cada año en el Presupuesto de Egresos de la Federación se incrementa el monto de los recursos para programas sociales, el cual ha pasado en una década de 61 mil millones a 400 mil millones de pesos en 2014.

Arredondo sostuvo que hay irregularidades lamentables en la cruzada impulsada por el gobierno federal para erradicar el hambre en el país.

Se hicieron contrataciones con empresarios que no responden a las necesidades reales del país y se dictan políticas que no están enfocadas a terminar con el hambre ni se fomenta la producción en el campo, señaló.

Dijo que hay alrededor de 55 mil millones de pesos –que equivalen a lo que sería el presupuesto total de un estado como Colima o Chiapas– que la ASF maneja como montos recuperables, pero el promedio anual de recuperaciones es de 12 mil millones de pesos, alrededor del 22 por ciento.

Es escandaloso que esto suceda y que no haya garantía de que los procesos sancionatorios vayan a culminar de manera adecuada, agregó.