Los teléfonos móviles, las tabletas y los lectores de libros electrónicos con conectividad de banda ancha podrían llegar a ser la tan buscada panacea en los esfuerzos mundiales por facilitar oportunidades educativas de calidad y multidisciplinarias a la población donde quiera que se encuentre, en particular en las comunidades más pobres y aisladas del mundo, según la Comisión de la Banda Ancha de Naciones Unidas para el Desarrollo Digital.

Durante la celebración de su decimoprimera reunión en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en París, Francia, el copresidente de la Comisión de Banda Ancha de Naciones Unidas para el Desarrollo Digital, Carlos Slim, afirmó: Tenemos que estar convencidos de que se aprovechan plenamente las posibilidades de la banda ancha para la educación de forma que la población de todo el mundo pueda disponer rápidamente de iniciativas con éxito, tales como nuevas plataformas de cursos por Internet y numerosos contenidos de enseñanza y formación de gran valor. Se debería utilizar la tecnología para la integración y deberíamos esforzarnos al máximo para conseguirlo.

Slim Helú, solicitó a los miembros de la Comisión de la Banda Ancha de las Naciones Unidas para el desarrollo digital, que se plantearan sí las capacidades de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) se estaban aprovechando adecuadamente en los entornos escolares actuales. “La banda ancha y las TIC están disponibles hoy en día en muchas escuelas en todo el mundo, pero cuestionó: ¿Se pueden apreciar resultados concretos en la calidad de la enseñanza?

El informe elaborado por el grupo de trabajo sobre educación de la comisión, encabezado por la Unesco, indicaba que, en todo el mundo, más de 60 millones de niños en edad escolar no asisten actualmente al colegio y casi la mitad de ellos no lo harán nunca.

La situación empeora cuando los niños crecen, ya que más de 70 millones no cursarán estudios secundarios. Y, aunque las computadoras en las aulas pueden ser de ayuda, la falta de recursos sigue siendo crítica.

Mientras en las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) un promedio de ocho niños comparten una computadora en clase, en África los profesores luchan por compartir cada computadora entre 150 o más alumnos.

Sin embargo, con dispositivos móviles cada vez más complejos y con una capacidad de cálculo mayor que los famosos supercomputadores de finales de los años 1990, la Comisión de la Banda Ancha prevé que los dispositivos personales inalámbricos conectados a la banda ancha podrían ser la solución.

En su discurso de apertura de la sesión de la Comisión de la Banda Ancha de Naciones Unidas para el Desarrollo Digital, el presidente Paul Kagame subrayó que se debe considerar la banda ancha como una herramienta básica, como el agua o la electricidad.

En Rwanda ha sido indispensable invertir en las tecnologías de la información y comunicación para cumplir nuestros objetivos de desarrollo. La banda ancha permite a las empresas y a los emprendedores sociales encontrar formas para ofrecer una enseñanza de primer nivel a bajo costo a las poblaciones que nunca tuvieron acceso a ella, expresó el mandatario.