Tras ser excluido en el PRD de las candidaturas plurinominales para ocupar una curul en la Cámara de Diputados y el rechazo al progresivo acercamiento de la dirigencia nacional con el Ejecutivo federal y el PRI, Marcelo Ebrard Casaubon renunció ayer al sol azteca y más tarde se convirtió en abanderado de Movimiento Ciudadano a San Lázaro por la vía de representación proporcional.

En su carta de renuncia, con carácter de irrevocable, dirigida al presidente del PRD, Carlos Navarrete, Ebrard Casaubon señaló que como muchos, entre ellos algunos ex jefes de Gobierno capitalino postulados por ese instituto político, como Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, además del interino Alejandro Encinas –quienes también dejaron de militar en el partido–, llegó a la conclusión de que el progresivo acercamiento de la dirigencia con el presidente Enrique Peña Nieto y su partido, el PRI, es incompatible con los objetivos y deberes políticos de la izquierda mexicana.

Recordó que desde inicio de 2013 expresó su desacuerdo con el denominado Pacto por México –del cual formó parte la dirigencia perredista–, pero veo con tristeza que esa línea se mantiene e incluso se acentúa.

A dos semanas de que le negaron la candidatura plurinominal, Ebrard planteó que tras 10 años de militancia, hoy a todas luces es imposible continuar dando la batalla interna por las causas que enarbola el PRD, cuando la dirigencia acepta el veto impuesto por el jefe de Gobierno (del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera) en contra de mi participación política.

Sin mencionar a Movimiento Ciudadano –con cuyo dirigente, Dante Delgado Rannauro, intensificó su acercamiento en días recientes para concretar que encabece la lista plurinominal de la cuarta circunscripción–, señaló que no se va del PRD para buscar fuero –ante las acusaciones en su contra por las fallas en la línea 12 del Metro–, “porque no lo necesito y ya no existe.

Marcelo Ebrard será candidato a diputado por el Movimiento CiudadanoFoto Carlos Ramos Mamahua

No me voy por un arrebato, esta decisión es fruto de una serena reflexión. Yo mantengo la misma posición que defendí estos años: debemos derrotar todos juntos al PRI en las elecciones de este año y en las de 2018 para que el país tenga, por fin, un gobierno progresista que abra nuevas realidades y esperanzas para México.

Finalizó el texto con un agradecimiento a los militantes perredistas por el apoyo que recibió y las muestras de simpatía en estos días difíciles de calumnia y exclusión.

La carta de renuncia de Ebrard Casaubon fue entregada a las 12:43 horas en las oficinas de la presidencia nacional del PRD.

Casi dos horas después, Carlos Navarrete se preguntó por qué Ebrard presentó hasta ahora su renuncia, cuando desde principios de 2013 expresó su desacuerdo con el papel del partido como impulsor de las reformas progresistas que nuestro país ha demandado por décadas.

¿Por qué renuncia hasta que no resultó electo como candidato plurinominal?, cuestionó en un pronunciamiento por escrito. Aseguró que es una decisión respetable, aunque en ella el ingrediente principal es el interés personal antes que el del partido y el del país.

Navarrete aseguró que la salida del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal de las filas perredistas es la crónica de una renuncia largamente anunciada. Muchos anuncios, muchos amagos, pocas razones.

Por otro lado, integrantes de Movimiento Progresista, la corriente que creó Ebrard, analizan si se mantienen en el PRD o también renuncian. Uno de ellos es Agustín Guerrero, coordinador nacional de ese grupo.