Sábado 28 de marzo de 2015, p. 3
La luz del día dio en el
rostro de uno que dormía.
Su sueño fue avivado
pero no despertó.
La oscuridad dio en el rostro
de uno que caminaba
entre los otros bajo los
impacientes, fuertes
rayos del sol.
De pronto oscureció como
a causa de un aguacero.
Yo estaba en una habitación
que contenía todos los instantes:
un museo de mariposas.
Y sin embargo el sol, tan
fuerte como antes.
Pintaban sus pinceles
impacientes el mundo.
Poemas incluidos en el libro El cielo a medio hacer, editado en España por el sello Nórdika Libros, con cuya autorización los publica La Jornada