Adriana González rescata a una mujer de vida política e intelectual activa de mitad del siglo XX
Cuñada de Gabriel Figueroa, hermana de un ex presidente, traductora y único contacto de B. Traven, cuya existencia está rodeada de misterio y culmina en suicidio, hecho del que parte el libro
Lunes 6 de abril de 2015, p. 8
Se murió Esperanza, alcanzó a balbucear Gabriel Figueroa durante el interrogatorio. Su esposo, Roberto Figueroa, la encontró con su rubia cabellera dispersa sobre un charco de sangre en su habitación. El hallazgo causó alarma y conmoción. Al agente Marco Tulio Aldama, encargado del caso, son varios los que le han confirmado que esta mujer no era de las que se suicidan. La muerte de Esperanza López Mateos, ocurrido en la mitad del siglo pasado, desencadena Otra máscara de Esperanza (Océano), novela de Adriana González Mateos (ciudad de México, 1961).
Es una novela bordada al filo de los hechos. En este caso, muchos son misteriosos
, conversa en entrevista la autora con motivo de su segunda novela, cuyo personaje central se le apareció en la infancia, en una fotografía de una bella mujer que tenía la abuela. Me contó que ella fue muy culta y tradujo a B. Traven. Saber más sobre esta historia se había quedado en mi cabeza como un pendiente.
Personaje de múltiples facetas
Una realidad llevada a la ficción: Esperanza se suicidó de un disparo en la cabeza el 19 de septiembre de 1951. Una mujer educada e inteligente, cercana a círculos intelectuales, políticos y de la farándula; militante radical de izquierda, alpinista y aventurera; colaboradora del sindicalista Vicente Lombardo Toledano, participante activa en la huelga de mineros de Nueva Rosita, Coahuila; cuñada y prima del renombrado cineasta Gabriel Figueroa; traductora y único contacto del fantasmal escritor B. Traven y hermana del ex presidente Adolfo López Mateos.
Es a partir de su presunto suicidio que el lector conoce a esta singular mujer. Aldama, agente del Ministerio Público que investiga el caso, va trazando la línea para seguir los pasos. Así, vamos aprendiendo de su matrimonio con Roberto Figueroa, la relación amorosa con un ex guardia de León Trotsky, el tenso parentesco con el entonces senador Adolfo López Mateos, su cercanía con Traven, de quien se sospecha que es un anarquista alemán que vive a salto de mata en el sur del país, sin documentación alguna o, incluso, se ha llegado a especular que es en realidad Esperanza la que ha escrito esas historias del México de la Revolución.
La novela policiaca es un género muy interesante, que permite explorar. El agente es un personaje que tuvo una experiencia muy parecida a la mía cuando estaba investigando para la novela. Yo también empecé a enterarme de información fragmentaria
, comenta González Mateos sobre esta novela negra con visos históricos, que requirió casi dos años de indagación.
Adriana González Mateos, quien antes de su debut en 2007 como novelista con El lenguaje de las orquídeas también publicó cuento y ensayo, brinda al lector el perfil de una singular mujer que vivió en constantes actos de transgresión en una nación pos revolucionaria. Normalmente, los hombres son los protagonistas de la historia y nos enteramos de lo que ellos han hecho, y las mujeres quedan en segundo plano
, afirma.
Mujeres combativas como Frida Kahlo, Tina Modotti o Antonieta Rivas Mercado son maravillosas y muy interesantes, explica. Pero de pronto aquí hay otra, prácticamente desconocida. Fue increíble descubrirla.