Panamá.

La Séptima Cumbre de las Américas, que cuenta con una asistencia sin precedente –34 de los 35 jefes de Estado invitados se encuentran aquí, algo totalmente inusual en estas reuniones– y es considerada icónica por su contenido político, no tendrá declaración final, sino apenas una serie de relatorías con los temas que los grupos técnicos han estado trabajando desde hace meses, como educación, migración, salud, energía y muchos etcéteras. La retórica habitual.

Fuentes diplomáticas mexicanas negaron que esto se deba a falta de consensos entre los gobiernos participantes. Nunca se planteó una declaración política, enfatizaron. Tampoco será la primera vez que una reunión cimera concluye sin declaratoria. Ya en 2013, en la sexta edición de esta cumbre en Cartagena, los presidentes se levantaron de la mesa sin firmar nada. Ese año el foro pasaba por uno de sus momentos más críticos y anticlimáticos.

Relevancia política

Sin embargo, esta cumbre sí tiene relevancia y es precisamente por su contenido político. La decisión de Cuba y Estados Unidos de iniciar el difícil camino hacia el pleno restablecimiento de relaciones diplomáticas, que cierra un ciclo de medio siglo de antagonismo, tiene impacto para toda la región y podría significar el inicio de una nueva era en las relaciones hemisféricas, hasta ahora dominadas por el intervencionismo y la injerencia de la principal potencia continental.

Para facilitar esta histórica decisión intervinieron los buenos oficios de algunos actores, notablemente el Vaticano y Canadá. Sin embargo, contrario a la larga trayectoria de la diplomacia mexicana, que por años actuó como intermediario y facilitador entre los gobiernos de Estados Unidos y el régimen de Fidel Castro, en esta coyuntura México casi no ha intervenido.

Aunque en medios de la cancillería no se está de acuerdo con esta apreciación. México sí ha tenido qué decir en este proceso de acercamiento, expresó una fuente. Nuestra participación ha sido constante y consistente durante 60 años, oponiéndonos a todos los intentos de exclusión de Cuba de los foros multilaterales regionales.

En los últimos años hubo acercamientos importantes, entre éstos figura una visita del presidente Enrique Peña Nieto a La Habana y el fortalecimiento de convenios de cooperación económica y seguridad.