La primera retrospectiva de la pintora se monta fuera de su país
Ángeles, mariposas, altares y águilas ocupan el Museo Nacional de Arte Mexicano en esa ciudad
Los artistas debemos ejecer una suerte de chamanismo para curar el alma, y más en tiempos difíciles
Martes 21 de abril de 2015, p. 5
Ángeles, mariposas, altares, águilas, la suave patria que habita la obra de Carmen Parra (DF, 1944) cruzó la frontera norte para formar una exposición que se presenta en el Museo Nacional de Arte Mexicano de Chicago (NMMA, por sus siglas en inglés).
Es la primera retrospectiva de la artista, quien señala que se siente conmovida por el trabajo de difusión de la cultura mexicana que la comunidad de connacionales migrantes realiza en esa ciudad estadunidense, “pues se trata del primer museo de arte mexicano en ese país, el cual tiene ya una trayectoria de 28 años, impulsado por profesores de historia y dirigido por Carlos Tortolero, originario de Nayarit.
El objetivo de esos maestros es que los mexicanos migrantes no pierdan sus raíces, pues de lo contrario perderían su identidad, por eso han hecho este gran esfuerzo, que no es financiado por ninguna instancia gubernamental. Su misión es mostrar la cultura mexicana como una sola, sin fronteras.
El recinto, explica Parra, cuenta con una exposición permanente denominada Nuestras historias, con obras de arte folclórico y popular, que incluye textiles y cerámica, además de arte precolombino y pinturas de destacados artistas contemporáneos.
En ese acervo se encuentra una pieza de la artista, Altar Mayor, un políptico de nueve elementos, gráfica realizada en el taller de Enrique Cattaneo, que el presidente Carlos Salinas de Gortari regaló al NMMA en los años 90 del siglo pasado.
Cerebro colonizado
El catálogo que acompaña la exposición Carmen Parra: suave patria incluye una traducción al inglés del poema de Ramón López Velarde (1888-1921) que da título a la muestra, realizada por Jennifer Clement.
El museo, que se encuentra en el barrio Pilsen, inició muy modestamente y ahora ya es un lugar muy grande, con todos los servicios museísticos; además, se ha convertido en un centro de reunión social, donde también se imparten talleres. Les interesa exhibir obra que tenga referencias a México
, reitera Parra.
La pintora considera que los artistas deben ejercer una suerte de “chamanismo para curar el alma a través de nuestra obra, sobre todo, en tiempos difíciles como los que afronta estos días nuestro país. Sin embargo, no todos mis compañeros lo hacen porque piensan que no está de moda y se enfocan más a un lenguaje ‘internacional’. Tenemos el cerebro colonizado”.
Al respecto, Carmen Parra señala: “Es una vergüenza que en el museo Rufino Tamayo no se exhiban cuadros de él. Trabajé con el maestro Fernando Gamboa (1909-1990, museógrafo y promotor cultural), cuando la función de ese espacio era, precisamente, mostrar la obra de Tamayo.
“Es como si fueras al museo Pablo Picasso de París y no encontraras obras del artista malagueño, sería una locura. Pero eso sucede aquí, cuando se debería ver la obra de Tamayo y además la colección que donó al pueblo de México, de arte internacional, la cual es extraordinaria, pero nunca se exhibe porque está en bodega.
“Los museos en el país están manejados por personas que van a estudiar a California o Londres, que ahora está de moda, o por empresarios. Regresan a México y esos son los líderes de opinión, y nadie protesta.
“Otro caso es el Museo José Luis Cuevas, que Gamboa creó para que fuera un recinto dedicado al arte latinoamericano, porque en su momento Cuevas fue un gran coleccionista de esas obras. Pero tampoco funciona. Cada quien hace lo que se le da la gana, y los pobres mexicanos que vamos a nuestros museos no entendemos lo que está pasando.
Estamos en manos de los imperios. Ante este panorama, mi trabajo se desarrolla de milagro
, concluye la pintora, quien prepara obra a propósito de Santa Teresa de Ávila, fundadora de la congregación carmelita, de quien este año se conmemora el 500 aniversario de su natalicio, para integrar una exposición que se realizará, precisamente, en el Museo de El Carmen, en San Ángel.
La exposición Carmen Parra: suave patria, montada en el Museo Nacional de Arte Mexicano de Chicago, terminará en agosto.