El director independiente argentino Raúl Perrone afirma, respecto del estreno de su cinta P3ND3JO5 en la Cineteca Nacional, el próximo viernes: En mis películas siempre he tratado de tomar distancia para contar cosas diferentes; de reinventarme y reinventar otros asuntos. Ahora estoy muy conmocionado con el cine silente y trato de reinventarlo en estos días. Por ejemplo, en el nuevo filme le pongo música que nadie usaría jamás. Quizá por eso ya se ha exhibido en 45 festivales.

P3ND3JO5, palabra que en Argentina se usa para referirse a un joven, es una poética urbana filmada en blanco y negro, en la que Perrone se inmiscuye en el mundo de los skaters porteños, sin diálogos, para plasmar un lienzo esférico en cuatro capítulos que abarcan dos horas y media.

En videoentrevista Perrone responde a La Jornada: “El comentario más recurrente sobre P3ND3JO5 en los festivales refería que era un viaje sensorial e hipnótico... fueron muchos los halagos que le hicieron, pero ya los olvidé, porque ya hice tres películas más... Siempre fueron muy halagadores, sobre todo entre los pibes (mozalbetes). En el Ficunam, me escribió una minita (muchachita); tenía como 20 años y era estudiante de cine: ‘La verdad, Raúl, no entendí mucho la película, pero viajé dos horas en una patineta y me pareció alucinante’”.

Eso de que P3ND3JO5 no parece totalmente inteligible hace que al público le ronde un largo tiempo en la cabeza. Al respecto el director afirma: Eso lo he venido diciendo desde hace mucho; por eso no miro películas. La gente que sale del cine y se va a tomar una cerveza y a comer una pizza se olvida de la película; yo trato de que mis películas se queden en la cabeza y a medida que pasen los días se vaya agrandando, que descubras más cosas, porque tienen mucha información para verla sólo una vez... en Argentina hay fanáticos que la han visto hasta 10 veces.

Perrone recuerda cómo se compenetró en ese mundo de los jóvenes porteños y cómo lo aceptaron. “Es algo que no he buscado. Hago películas desde los años 90. Labios de churrasco fue la primera de mis cintas que habla sobre chicos que vagan en la calle, que no existía en el cine argentino; una vez la pasé en VHS y asistieron mil 500 pibes a verla; yo en ese entonces tenía 38 años. A partir de eso ellos me han empezado a seguir. Hoy me encuentro con tipos que tienen 35 años y llevan tatuados los nombres de mis películas... Creo que los pibes me encontraron a mí, no yo a ellos”.

Para gente preparada

Uno de los considerados patriarcas del cine independiente argentino afirma: “Ahora hice una cinta que se llama Ragazzi, que se presenta en el Bafici; ha tenido críticas hermosas, sigue un poco la línea de P3ND3JO5, aunque va más allá. Continúo con el cine silente, con diálogos ininteligibles, pero hay un montón de gente preparada y abierta para recibir esta manera nueva de mirar el cine”.

Perrone habló de sus más recientes películas. La vida es Favula “transcurre en un bosque hecho en una maqueta, y Ragazzi, en dos movimientos; en el primero aborda la muerte de Pier Paolo Pasolini desde la mirada del asesino, y en el segundo a los jóvenes que andan de ‘cartoneros’, que todo el día están bañándose en el río. Estoy trabajando en dos filmes más”.

Para cerrar la videocharla, comentó: “No viajo a festivales, sólo voy al Bafici de Buenos Aires y a veces al de Mar del Plata, porque tengo fobia a los encuentros de cine, pues son como mercados persas en los que se habla de dinero y otras cosas. Me parece que los pibes de P3ND3JO5 pueden ser lo mismos que los chicos mexicanos o de cualquier país, de España o Hungría. La juventud es igual en todos lados hoy día. La cinta no es localista, no hay tango”.

El largometraje se estrenará el próximo viernes en la CinetecaNacional.