Insuficientes contribuciones para acceder a pensiones, advierte BID
Domingo 3 de mayo de 2015, p. 21
La llamada clase media emergente, tanto mexicana como de otras naciones, resulta particularmente vulnerable a los riesgos de la pobreza durante la tercera edad, porque no es capaz de realizar suficientes contribuciones para cumplir los requisitos para acceder a una pensión
, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el más reciente análisis que realizó sobre el panorama de las pensiones en 26 países de la región, en conjunto con otros organismos multilaterales.
Pese a las reformas que la mayoría de los países de América Latina realizaron a sus respectivos sistemas de pensiones desde la década de los 90, al cambiar de un sistema público y solidario por cuentas individuales de administración privada, la cobertura activa
, es decir, las aportaciones de los trabajadores a su plan de retiro, sigue siendo muy baja.
El promedio regional es de sólo 45 de cada cien trabajadores que hacen dichas contribuciones, cifra que según el BID no ha cambiado en la última década. En México, pese a ser uno de los países más dinámicos de la región, la proporción es de entre 30 y 40 por ciento, en contraste con Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Costa Rica y Panamá, donde los porcentajes de cobertura van de 50 a 70 por ciento.
Sobre la denominada clase media emergente, el BID explica que está conformada por los trabajadores de ingreso medio que se ubican entre los quintiles dos y cuatro (para fines estadísticos a la población se le divide en cinco partes o quintiles en función de su nivel de ingresos, así el primer quintil representa la población más pobre y el quinto la más adinerada). Sostiene que tales trabajadores mantienen una brecha superior a 40 puntos porcentuales en las contribuciones que hacen a sus fondos de retiro respecto a quienes perciben mayores ingresos.
En la mayoría de los países, los trabajadores con ingresos medios están muy lejos de alcanzar las tasas de cobertura de aquellos en el quintil superior y, en la mitad de los países, incluyendo algunas de las economías más grandes como México, Colombia, Ecuador y Perú, esta diferencia es superior a 40 puntos porcentuales
, precisa. La brecha rebasa 55 puntos porcentuales en Argentina, Brasil, Panamá y Venezuela.
Sólo entre 20 y 40 por ciento de los trabajadores de clase media contribuyen a una pensión, y el estudio sentencia que el tipo de empleo que predomina en la región es un factor determinante en ello por el predominio de la informalidad, lo mismo que el tamaño de la empresa donde laboran.
Así, al tomar en cuenta únicamente a los trabajadores asalariados, 64 por ciento contribuyen con un plan de pensiones en la región, pero quienes trabajan por cuenta propia sólo lo hace 17 por ciento. En cuanto a tamaño de la empresa, en aquellas que tienen plantillas de más de 50 trabajadores, siete de cada 10 están integrados a un plan de pensiones, en las medianas sólo la mitad y en las pequeñas menos de la cuarta parte (24 por ciento).
Otro factor que destaca el BID es el constante cambio de empleo que se da entre los trabajadores de la región, lo mismo de puestos de trabajo formales a informales que viceversa, así como a puestos de trabajo de menor salario. Advierte que en casi todos los sistemas los historiales incompletos de cotización dan lugar a pensiones más bajas o incluso la inelegibilidad
.
En Colombia y México, 25 por ciento de los trabajadores formales tienden a moverse cada año hacia puestos con contribuciones menos frecuentes o sin contribución.