Diversas voces de la comunidad del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coinciden en que la crisis en esta escuela tiene origen con la cancelación, hace un par de años, del proyecto que resultó ganador de la iniciativa Ópera Prima de 2011: Bi’an, la obsesión de la isla misteriosa, la cual sería la primera coproducción cinematográfica de ficción entre México y China.

Esto generó un desacuerdo entre el ahora ex director del CUEC, José Felipe Coria, y la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, María Teresa Uriarte.

Otro de los señalados es el antecesor de Coria en la dirección del CUEC, Armando Casas, ya que en su administración se había aprobado ese proyecto, que fue suspendido por decisión del Consejo Asesor (CA) del centro –donde hay representación de profesores y estudiantes– con base en las reglas de la Ópera Prima.

Casas intentó extraer documentos relacionados con Bi’an sin dar aviso a Coria. Cuando esto trascendió, señalaron miembros de la comunidad de la escuela, el primero argumentó que iba en nombre de Uriarte. Por ello, Coria levantó una queja contra la funcionaria (que en los hechos era su jefa) en la Defensoría de los Derechos Universitarios, como confirmaron a La Jornada funcionarios de esa instancia.

El intento de Casas por hacerse de los documentos quedó asentado en actas de varias sesiones del CA, de las que este diario tiene copia, pues son públicas.

Meses después, de forma sorpresiva, un grupo de alumnos pidió la renuncia de Coria, argumentando apoyo a una estudiante de origen español que lo acusó de violencia de género y abuso de autoridad. Para ello, el 17 de abril tomaron la dirección del plantel, la cual, a más de dos semanas de los hechos, continúa cerrada.

Ópera Prima es una iniciativa para que los realizadores recién egresados del CUEC puedan concretar su primer largometraje o documental. A los ganadores, que son elegidos por un jurado, se les da el apoyo económico de la UNAM y del Instituto Mexicano de Cinematografía.

En 2011, en la décima convocatoria de Ópera Prima, Bi’an resultó la ganadora. Fue la última selección de este concurso que se dio durante la administración de Armando Casas al frente de la escuela de cine de la UNAM, que dejó en julio de 2012.

La filmación avanzaba hasta que Ximena Amann Caballero, egresada del CUEC y quien era la directora de fotografía, renunció al proyecto. Los directores de la cinta, Pablo Mendoza y Martí Torrens, nombraron en su lugar al italiano Massimo Bettarelli. Esto generó las quejas de la comunidad de la escuela, debido a que el reglamento de Ópera Prima señala que todas las cabezas de área en la producción deben ser egresados de este centro.

El caso llegó hasta el análisis del CA del CUEC, que ya era dirigido por Coria. Los realizadores argumentaron en su momento –como lo recogieron varios medios de comunicación– que el fotógrafo italiano era el apropiado, ya que conocía el entorno (la película se filmaría en China). En un intento por acreditar la pertenencia de Bettarelli al CUEC, los directores de la cinta plantearon que su colaborador había cursado un semestre en esa escuela.

En la sesión del 7 de febrero de 2013, el CA del CUEC determinó que Torrens y Mendoza omitieron la propuesta hecha por la dirección del centro y por la Coordinación de la Producción Fílmica Escolar para elegir entre cinco fotógrafos egresados de la escuela al sustituto de Amann Caballero, y que los realizadores designaron de manera unilateral al italiano.

Tras la revisión de las pruebas, el CA decidió, por unanimidad, cancelar Bi’an. Los realizadores de la obra hablaron de un posible conflicto diplomático entre México y China, demandaron que se les regresaran los derechos patrimoniales del guión (que pertenecen a la UNAM) y señalaron a Coria como responsable de la suspensión. En entrevista, el académico recordó que no fue su decisión, sino del órgano colegiado.

Tiempo después, Armando Casas intentó extraer varios documentos de la dirección del plantel. En la sesión del CA, el 10 de septiembre de 2014, los integrantes de este órgano colegiado manifestaron su extrañamiento.

En entrevista, el ex directivo aceptó que pidió que no se informara a Coria de que había solicitado esa documentación, pues en su momento yo le avisaría.

Los documentos solicitados, aseguró, “no eran de Bi’an”, sino que se trataba de la última convocatoria de Ópera Prima que se publicó durante su periodo como director (donde fue ganadora la coproducción México-China), el resultado de la misma y un convenio de 2007 firmado entre la UNAM e Imcine en el que se establecían las reglas para la realización de las óperas primas.

Reconoció que esos documentos se los pidieron desde la Coordinación de Difusión Cultural (cuya titular es Uriarte). Seguramente querían entender el reglamento y saber qué regulaba ese programa.

El académico no encuentra relación alguna entre la salida de Coria y la cancelación de Bi’an. No sabría como vincularlo. Lo que se ha dicho del maestro Coria es por la relación con una alumna que no tiene nada que ver con la coproducción México-China.