El continente americano es la primera región del mundo donde ha dejado de circular el virus autóctono de la rubéola, enfermedad infecciosa de la cual no se reportan casos congénitos desde hace cinco años. Las organizaciones Mundial de la Salud y Panamericana de la Salud (OMS/OPS) declararon la eliminación del padecimiento hace unos días.

Aunque no es una enfermedad mortal, cuando afecta a embarazadas hay alto riesgo de que el bebé muera durante la gestación o nazca con rubéola congénita y múltiples defectos; los más graves son ceguera, sordera y cardiacos.

El virus causante de rubéola sigue circulando en el mundo, por lo que se mantendrá la estrategia de inmunizar a la población para evitar la transmisión de casos importados.

El logro de haber eliminado la rubéola comprueba, de acuerdo con la OPS, la importancia de hacer que las vacunas estén disponibles aun en los lugares más alejados.

El organismo recordó que a fines de los años 90, antes de la vacunación masiva dirigida a adolescentes y adultos con el biológico denominado triple viral (contra sarampión, rubéola y paperas), cada año nacían entre 16 mil y 20 mil niños con síndrome de rubéola congénita en América Latina y el Caribe. Sólo en 1997 hubo más de 158 mil casos. En el último mayor brote reportado en Estados Unidos entre 1964 y 1965, unos 20 mil niños nacieron con el síndrome de rubéola congénita.

Ahora, la eliminación del padecimiento se suma a la viruela erradicada en 1971 y a la poliomielitis en 1994.

La rubéola fue descrita por vez primera en 1814 por el médico alemán George Maton. Dijo que era una enfermedad benigna (no mortal).

A los niños afectados los primeros días les brota sarpullido en cara y cuello y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Datos de la OMS señalan que también hay fiebre, náuseas y conjuntivitis leve; otra característica de la infección es la inflamación de los ganglios linfáticos en la parte posterior de las orejas y el cuello.

Cuando se presenta en adultos y mujeres en particular, pueden presentar artritis y dolores articulares. En las que se encuentran en las primeras etapas de embarazo, la probabilidad de que transmitan el virus al feto es de 90 por ciento, señala la OMS.

En estas condiciones, la rubéola puede provocar un aborto y complicaciones en el producto. Los recién nacidos también pueden presentar trastornos permanentes, como autismo, diabetes y disfunción tiroidea.

No obstante, estas circunstancias ya no se ven en los países del continente americano. A escala mundial, la enfermedad se reporta en África y Asia Sudoriental, donde la cobertura de vacunación es la más baja.

El Comité Internacional de Expertos para la Eliminación del Sarampión y la Rubéola en las Américas revisó la evidencia epidemiológica brindada por la OPS/OMS y sus países miembros, y concluyó que no ha habido evidencia de transmisión endémica de rubéola o de síndrome de rubéola congénita por cinco años consecutivos, lo cual excede el requerimiento de tres años para declarar eliminada a una enfermedad.