Durango, Dgo.

El médico anestesiólogo Raúl Edmundo Arias falleció sin que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cumpliera el compromiso de reinstalarlo en su puesto. Le sobreviven su esposa y tres hijos.

A principios de este año fue despedido, acusado de negligencia por la muerte de una menor durante una cirugía. Él argumentó que no contaba con material quirúrgico completo y tuvo que improvisar.

El 18 marzo, el especialista, quien estaba infectado con el virus de inmunodeficiencia humana, inició una huelga de hambre para exigir a la delegación del IMSS en Durango que lo reinstalaran.

El médico suspendió su protesta luego de que las autoridades del IMSS y el secretario General de Gobierno del estado, Miguel Ángel Olvera, se comprometieron a reinstalarlo.

El año pasado Raúl Edmundo Arias descubrió que era seropositivo, por lo que solicitó su pensión, pero se la negaron.

Tras la denuncia por supuesta negligencia fue dado de baja del IMSS e interpuso una demanda laboral sustentada en la cláusula 43 del contrato colectivo de trabajo, que estipula que después de 15 años ininterrumpidos ningún trabajador del IMSS puede ser despedido, sino sólo reubicado o jubilado.