Miércoles 6 de mayo de 2015, p. 26
Londres.
Si Ed Miliband llega al poder habrá logrado una de las metamorfosis más sorprendentes de las elecciones británicas recientes: convencer a millones de votantes de que pueden confiar en el impopular Ed el rojo.
El candidato laborista ha pulido su imagen de cara a las elecciones del 7 de mayo, pues siempre se le consideró demasiado estrafalario para dirigir el país.
Los críticos de Miliband, tanto dentro como fuera de su partido, lo han comparado con Forrest Gump, el personaje con retraso mental de la película del mismo nombre que sin saberlo se cuela en los momentos claves de la historia.
En un discurso el año pasado, el laborista respondió a todas esas burlas. “David Cameron es un exponente muy sofisticado y exitoso de la política dirigida por la imagen. Quiero ofrecer algo distinto. No vengo de un casting”, afirmó.
Miliband promete más impuestos para las clases altas y menores lagunas fiscales para los ricos, y límites a los precios de la energía y el alquiler de vivienda.