Casi la mitad de los suelos naturales de México está deteriorada y 48 por ciento de las unidades de producción agropecuaria del país tienen dificultades para continuar sus actividades por la pérdida de fertilidad de los mismos. Helena Cotler Ávalos, especialista del Instituto Nacional de Ecología, afirmó que este panorama debe llamar la atención de la población y las autoridades para tomar medidas que permitan conservar los suelos mexicanos, pues de lo contrario se estima que en 2030 prácticamente 60 por ciento del territorio nacional estará desertificado.

En el mundo hay 30 tipos de suelos y México tiene 25. Por eso, aseguró la experta, el país cuenta con una inmensa diversidad vegetal y animal. Pero finalmente los suelos son elementos totalmente desconocidos, invisibles a los ojos de todos, salvo cuando se degradan o cuando los perdemos, cuando vemos las consecuencias.

Dependiendo de la región ecológica a la que pertenezca, un centímetro de suelo se forma en 200 o 300 años. Esa misma capa, si está degradada, se puede perder con una lluvia, explicó Cloter.

Un síntoma de que hace falta ocuparse de los suelos, subrayó, es que no hay cifras actualizadas del estado de estos cuerpos. Las más recientes son de 2001. Eso indica que nadie le pone atención al suelo.

Como país, según Cloter, no podemos seguir adelante sin ver la gran riqueza que tenemos bajo de los pies. Sin embargo, actualmente las políticas públicas consideran a los suelos como sustento productivo, y no como un cuerpo natural que requiere ser conservado.

Esas superficies, indispensables para recargar cuerpos de agua

Hizo hincapié en que la atención a los problemas del suelo no es un asunto que deba interesar sólo a los habitantes del campo. Dijo que hay que recordar que a través de él el agua se filtra a los acuíferos y a las ciudades, donde se consumen grandes cantidades del líquido. Necesitamos buenos suelos para promover la recarga de los cuerpos de agua.

Además, su conservación contribuye a la calidad de vida de la población. Para la Organización Mundial de la Salud es necesario que en las ciudades se cuente con al menos 12 metros cuadrados de áreas verdes por persona, pero en la capital apenas un par de las 16 delegaciones cumplen con la norma.

Helena Cloter señaló que es necesario poner el mismo interés en la conservación de los suelos como en la protección de la vaquita marina, especie en peligro de extinción para la cual el gobierno federal puso recientemente en marcha una estrategia especial de protección.

Cloter participó ayer en la presentación de la Semana de la Diversidad Biológica, que se realizará del 20 al 24 de mayo en la Biblioteca Vasconcelos de la ciudad de México, con motivo del Año Internacional de los Suelos, que se conmemora este 2015 por acuerdo de la Organización de Naciones Unidas. El programa se puede consultar en la página electrónica.